martes, 14 de abril de 2015

"LA MALA VIDA" en Roldan



Autoridades y conflictos en tiempos de la colonización. 
La prostitución en Roldan
*Por Alicia Florián y Silvana Fogliato

"La mala vida"
La actividad prostibularia en Roldan será un tema conflictivo. El mismo reunió ciertos ca­racteres y puntos que aparecen como constantes. La gran masa de pobla­ción rural masculina sin familia, de origen nativo o extranjero, aumenta la demanda del servicio y la presen­cia de casas de tolerancia en la zona, las cuales se convirtieron en pingues negocios para sus regentas y para el erario municipal, que recargaba con impuestos y multas elevadas (1) ante la mínima falta.
Sin duda la inmigración masculina en forma masiva como fenómeno social trajo aparejada la modificación de los hábitos y comportamientos sexuales tradicionales debido, no solo a la fal­ta de mujeres, sino al desfasaje de las edades masculinas respecto a las feme­ninas. Según la Dirección Nacional de Inmigración el movimiento inmigra­torio entre 1857 y 1924 arroja un sal­do positivo de presencia masculina del 70%, cuya edad promedio no superaba los 40 años. La tasa de masculinidad, según el Censo Nacional de Población del año 1895 ascendió al 172, 5% para los extranjeros y el 97% para los nati­vos. En el año 1914 la población mascu­lina extranjera registraba un 166,6% y los nativos el 99,2%.(2) La edad social-mente activa del inmigrante oscilaba entre los 15 y 64 años(3) por lo que el hombre criollo quedaba también en si­tuación de inferioridad numérica frente al extranjero.(4)
Para dar respuesta a esta realidad co­mienza a organizarse el negocio prosti-bulario, legal y clandestino, estructuran­do el mercado mediante la importación de mujeres europeas. Así, se invierte en lenocinios y la clientela determina el gusto y las preferencias, fijando el precio sobre la oferta. Buenos Aires y Rosario concentraron el accionar de verdaderas organizaciones que se dedicaron a la tra­ta de blancas y al regenteo de burdeles en las zonas cercanas al puerto y las es­taciones ferroviarias.
 Los primeros antecedentes del ejer­cicio de la prostitución en Roldan se hallan documentados en el año 1899 cuando las autoridades locales comu­nican al Juzgado de Paz las denuncias recibidas sobre la existencia de un prostíbulo clandestino- lo cual hace suponer que existían otros autoriza­dos-, en la casa de la viuda Paulina, solicitando se investigue dicha situa­ción.(5) Al año siguiente se eleva al Ministro de Gobierno de Santa Fe la información de las denuncias verbales sobre la casa de la viuda Paulina de Morera donde se ejercía la prostitución clandestina. Se informaba además que la Comisión de Fomento pasó nota de esta denuncia al juez para que investi­gara el caso, como quedó manifestado en líneas anteriores.(6) En el año 1909 la Municipalidad de Roldan implementaría un registro o Matrícula de Prostitutas (7) donde aparecerán registradas cinco casas de tolerancia entre los años 1909 y 1937. Dicho registro detalla importantes da­tos como nombre de la casa, ubicación en el pueblo y domicilio,(8) nombre y apellido de la regente y de las mujeres que trabajaban en el servicio, así como la edad y la nacionalidad de todas ellas. Se asentaba además la profesión alternativa de cada una, escolaridad alcanzada o alfabetización, entrada y salidas de la casa,(9) y los registros de enfermedades y ausencias por partas o internaciones. Otro dato importante será el asiento de los rasgos físicos de las mujeres.(10)
La primera casa de tolerancia regis­trada en Bernstadt fue la de Honoria Sandes, sita en calle Carcarañá y re­genteada por Rosa Ceba! los. Los da­tos de la misma se extienden desde el año 1909 hasta el día 25 de diciembre de 1910.(11) En dicho local trabajaban casi 50 mujeres, todas argentinas sin otra profesión declarada que la ejerci­da, con edades que oscilaban entre 18 y 29 años. Del grupo solo tres de ellas manifestaron ser analfabetas, mientras que las salidas asentadas eran por mo­tivos particulares hacia Rosario.(12) Otra de las propiedades asentadas es la de Angela Rodríguez conteniendo in­ formación solo por unos días del año 1912, mientras que para 1915 quedó registrado el local de la citada Honoria Sandes ahora a nombre de la misma. (13) Una de las casas más importantes de la zona, dada la cantidad de mujeres que allí daban servicio- muchas emi­gradas de otros locales similares, será la de Elena Siat,(14) polaca, letrada y propietaria del local, junto a Luisa Tulisi. La mayoría de las mujeres eran jó­venes argentinas de entre 16 a 32 años de edad, sin profesión y letradas. Según los registros, las enfermedades más comunes eran de tipo infecto-contagiosa como difteria y escarlati­na y venéreas como sífilis y otras no determinadas. Se detallaba el estado sanitario general y particular de las mujeres, y los controles realizados a cada una de ellas.(15) Según emana el documento, una de las mujeres dejó el lugar luego del nacimiento de su hijo, lo que hace inferir que sería una prác­tica común entre las muchachas, a juz­gar por la edad que dejan el lugar y por la presencia de los ya reseñados na­cimientos ilegítimos asentados en las actas bautismales. Era el doctor Juan Quinteros quien atendía a las mujeres y elevaba un informe a la municipali­dad describiendo el estado sanitario del local y de las personas allí asenta­das. Informaba las patologías más fre­cuentes y los tratamientos derivados de las mismas.
Tras el análisis de la documentación local se deduce que, a! igual de lo que sucedía en Rosario, aquí también existía un área determinada donde se podía ejercer la actividad prostibularia ya que en una nota de la municipalidad dirigida a una casa de tolerancia local se le otorgaba 24 horas, a partir de las 5 p.m., de no ser así, sería clausurada por no haber cumplido a su tiempo con las formalidades de práctica y por no hallarse en el radio que esta comisión tenía fijada al respecto. Si no se cum­plía con lo dispuesto se ordenaba su clausura a través del uso de la fuerza pública.(16)
El control municipal era riguroso, exis­tiendo un área determinada del pueblo donde ejercer la actividad, procediéndose a la clausura de no hallarse en el radio destinado al respecto.(17) La fuerza pública a través de la comisaría local y del Juzgado de Paz actuaba en estos casos por disposición municipal. Será en 1916 cuando la municipalidad y el comisario Patricio O'Shea ordenen la clausura de las casas clandestinas, a excepción de la propiedad de Elena Siat por estar(18) asentada en el regis­tro oficial.
La presencia de la actividad prostibu­laria en forma clandestina aumentará hacia 1925 en consonancia con el au­mento demográfico estable de la loca­lidad, el flujo constante de migrantes y trabajadores golondrinas y el aumento de los espacios temporales de ocio en ciertos sectores, especialmente entre jornaleros y peones solteros o sin fami­lia en el pueblo. Estos factores incre­mentaron el negocio debido a la fuerte demanda, muy superior a la oferta de este tipo de servicio, en la zona rural, haciendo prosperar el asentamiento de casas ilegales, y resultando ser una ac­tividad rentable.
La casa de Elena Siat en los años trein­ta será la de mayor actividad. Su auge coincidió con la entrada en vigencia de la Ordenanza Municipal rosarina de 1933 la cual erradicaba los prostíbu­los en esa ciudad. Por dicha causa los locales y las mujeres optaron por esta­blecerse en localidades vecinas cono Roldan, Granadero Baigorria y Funes. La mayoría de estas trabajadoras eran argentinas solteras, letradas y cuyas edades promedio no superaban los 35 años. Si bien algunas tenían oficios-generalmente vinculadas al servicio domestico o la costura-, no abandona­ban las casas, a excepción de motivos importantes. El negocio le permitió a muchas de ellas progresar económica­mente y regentear su propia casa(19) nucleando al servicio una importante cifra de mujeres.
Durante los años de la prohibición rosari­na el número de mujeres procedentes del puerto se hace notorio en la casa de Elena Siat, mientras -a pesar de los desvelos de las autoridades locales-, la actividad clan­destina se traslada a casas particulares, madamas y caudillos amparados bajo el rótulo de diferentes comercios como bares, restaurantes o lugares bailables manejaban el negocio donde las mujeres ofrecían sus servicios a los parroquianos, refugiándose en las viejas dependencias traseras del local.(20) En la campaña electoral de 1937 donde se postulaba el futuro presidente Ro­berto Ortiz, como acto electoralista se autorizó nuevamente las aperturas de estas casas.(21) En dicho contexto se encuadra la actividad de los prostíbulos roldanenses, con cierto margen de tole­rancia por parte de las autoridades lo­cales, mediante la matrícula de control.

Conclusiones sobre la prostitución en Roldan
Con referencia al tema prostibulario en la localidad existen ciertos puntos que aparecen como constantes de la actividad duran­te el período aquí analizado. Debido a la gran masa de población arribada a Roldan, en especial, de tra­bajadores rurales sin familia de origen extranjero o nativo, como parte de los contingentes golondrinas, aumenta la demanda de casas de tolerancia en esta localidad y pueblos vecinos. Estas se convirtieron en un pingüe negocio para sus madamas, así como para el erario municipal debido a los impuestos co­brados para lograr el permiso de la acti­vidad y los correspondientes controles municipales. Esto llevó a las Autorida­des a encarar un rígido control de los lo­cales clandestinos, los cuales pululaban debido a las ventajas económicas que representaba para sus regentes. Otra ra­zón para su persecución por parte de la municipalidad fue la preocupación por la moralidad pública, en calles, paseos, y casco urbano.
Las casas roldanenses, en su época de mayor apogeo (1880- 1938) nucleaban en su gran mayoría, a mujeres nativas cuyas edades oscilaban entre los 16 y 28 años. Sus profesiones no variaban de la ejercida en dichos locales, aun­que una minoría declaraba tener ofi­cios varios, especialmente vinculado al trabajo doméstico. No se asientan en los registros como otra procedencia de estas jóvenes, más que su país de origen, por lo cual desconocemos si se trata de mujeres de Roldan, de locali­dades o provincias vecinas. La mayo­ría sabía leer y escribir y algunas de ellas, progresaron en el negocio hasta regentear su propia casa y nuclear un grupo importante de mujeres. A mediados de los años '30, cuando ya la trata de blancas parecía langui­decer al compás de las prohibiciones y reglamentaciones emanadas con el fin de controlar la actividad prostibularia tras el golpe asestado a la Zwing Migdal, los burdeles roldanenses no dismi­nuyeron su actividad, por lo contrario, a partir de 1932, se evidencia la migra­ción de mujeres de casas rosarinas ha­cia las casas locales lo cual demuestra la gran actividad de estos prostíbulos a nivel nacional.
Los pueblos aledaños a las grandes ciudades puertos, como Bahía Blan­ca. Buenos Aires y Rosario, y en pequeñas ciudades donde florecían industrias vinculadas al crecimiento económico posterior a la crisis de los treinta, impulsado por la sustitución de importaciones, nuclearon una gran po­blación masculina que demandaba los servicios de burdeles clandestinos. Los mismos funcionaban en casas de citas regenteadas por madamas o caudillos locales, amparados de las prohibicio­nes legales bajo el rótulo de diferentes comercios, como bares, restaurantes o lugares bailables. Las mujeres ofrecían sus servicios a los parroquianos, quie­nes se refugiaban en las viejas habita­ciones de la parte posterior del local comercial, donde también se desarro­llaban actividades vinculadas al juego y a otros negocios ilegales. En este contexto encuadramos la ac­tividad de los prostíbulos locales du­rante los años treinta y cuarenta, con cierto margen de tolerancia por parte de las autoridades locales mediante la correspondiente Matrícula de Control. La única casa legalizada era la de Ele­na Siat, aunque en diferentes arrabales del pueblo funcionaban casas de citas clandestinas, como las anteriormente descriptas.(22)

*Las autoras son Licenciadas en His­toria. Miembros del INSTITUTO DE HISTORIA. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales del Rosario, PUCA

 Bibliografía
(1)impuestos varios sobre la actividad os­cilaban entre los 15 y 250SFF en la localidad. AMCR, Libros Copiadores, varios años.
(2)REPUBLICA ARGENTINA, Censo Nacional de Población, Buenos Aires, 1895.
(3)GERMANI, Gino, Estructura Social de la Argentina, Buenos Aires, Solar, 1987, Pág. 21.
(4)GERMANI, Gino, Estructura Social de..., Buenos Aires, Solar. 1987, pág. 22.
(5)MUNIC1PALIDAD DE BERNSTADT Libro Co­piador de Notas, Roldan, Años 1888/89folio 19.
(6)M(JNIC1PALIDAD DE BERNSTADT, Libro Copiador de Notas, Roldan, 1900, Folios 54- 58.
(7)MUN1CIPALIDAD DE BERNSTADT. Matri­cula de Prostituías, Roldan, 1909/1937. (
8) La mayoría de ellas en los arrabales del po­blado.
(9)Entre las más frecuentes se daban a Carcarañá y a Rosario por enfermedad o por visita a
otras casas similares.
(10)Entre las señas particulares se registraban la raza, color de cabello y ojos, nariz y medidas antropomórficas.
(11)MUNICIPALIDAD DE BERNSTADT. Ma­trícula de prostitutas, años 1909-1937, folio 4.
(12)MUNICIPALIDAD DE BERNSTADT Ma­tricula de.... folio 5.
(13)MUNICIPALIDAD DE BERNSTADT Ma­trícula de.... folio 6
(14)La misma abrió una nueva cusa en 1937 con casi 30 mujeres, muchas arribadas desde Rosario, tras el cierre de los burdeles del bajo por las nuevas disposiciones legales vigentes a nivel nacional.
(15)En el local de Elena Siat, se constataron tres casos de embarazos y un aborto espontáneo.
(16)MUNICIPALIDAD DE BERNSTADT, Libro Copiador de Notas, Roldan, 1915, folio 210.
(17)La moralidad pública exigía que las muje­res no circulen por las calles centrales del pue­blo, a excepción de los días lunes y en carruajes cerrados o cubiertos. LIBRO COPIADOR DE NOTAS. Año 911, folio 89.
(18)La Municipalidad eleva una nota al Comi­sario Patricio O 'Shea informando: que en vista de que la propietaria de la casa de tolerancia abierta en el pueblo no ha dado cumplimiento a lo dispuesto por esta comisión, se dirige a Ud. solicitando su autoridad para el uso de la fuer­za pública para que esta tarde, a las 6 horas sea cerrada esta casa y obligados sus habitantes a desalojarla a la brevedad en bien de la morali­dad e higiene pública, AMCR, Libro Copiador denotas, 1915, Roldan, folio 214/15.
(19) El caso de Honora Sondes y Ángela Ro­dríguez..
(20)MUNICIPALIDAD DE BERNSTADT, Li­bros Copiadores de notas, Roldan, ¡933-1939.
(21)No seria extraño que el destino de las mu­jeres salidas del prostíbulo de Elena Siat fuera la ciudad de Rosario, donde algunos locales-abrieron nuevamente sus puertas. La medida fue de franquicia electoral y una vez ganada la batalla de las urnas, estas casas se cerraron.
(22)Para ampliar el tema conocer detalles de la actividad prostibularia ver Zinny, Héctor, Rosario era un espectáculo, Homo Sapiens Edi­ciones. T.2, Rosario. 1997.

Fuente: extraído de la Revista “Rosario y su historia y región” Fascículo N• 137 de Febrero de 2015.