lunes, 24 de noviembre de 2014

La Toma del Palacio Municipal en 1921



La revolución rusa de 1917 y los movimientos insurreccionales que sacudieron Europa entre 1918 y 1923 ejercieron su influencia sobre nuestro país, contribuyendo a la radicalización de conflictos que tenían su base en la misma sociedad argentina. De esa manera, en 1919 se registró la famosa «Semana Trágica» que sacudió a Buenos Aires y a otras ciudades del país, especialmente Rosario. La «Semana Trágica» fue una auténtica insurrección proletaria que los anarquistas intentaron sin éxito canalizar hacia fines revolucionarios, es decir, hacia la instalación de una sociedad sin Estado ni clases sociales (el denominado «comunismo anárquico», que no debe confundirse con el comunismo de inspiración bolchevique que lejos de abolir el Estado lo reforzó hasta límites nunca antes conocidos). Sin embargo, no fue ese el único movimiento de cariz revolucionario que sacudió a Rosario en una época tan agitada.
     El 7 de febrero de 1921 al mediodía, por ejemplo, tuvo lugar un micro-golpe de estado encabezado por estudiantes de la Facultad de Medicina y sindicalistas que se apoderaron del Palacio Municipal, manteniendo el control del mismo durante algunas horas. La toma aparentemente no presentó mayores dificultades, reduciendo los complotados a un guardia que cuidaba la puerta de ingreso. En un artículo aparecido en la revista «Galavisión» del mes de noviembre de 1997, el articulista Juan Aguzzi refiere lo siguiente respecto del incidente de marras:
     «El grupo sumaba 19 personas que muy pronto se desplazaron por el palacio ejecutando un plan preparado: se destituyó al intendente que fue reemplazado por uno de ellos hasta tanto la Federación Obrera Local Comunista designase a otro, se suspendió la vigencia de los impuestos como una primera medida dirigida a mejorar las condiciones de los sectores más postergados, se nombró un nuevo secretario de la intendencia, un tesorero, un contador, un asesor, un inspector general así como también nuevos directores de asistencia pública y de todos los nosocomios ligados a esta área. Luego de estos nombramientos y asunciones se dispuso el cese del ... Concejo Deliberante y la aceptación de una serie de mejoras laborales solicitadas por el sindicato municipal y por la sociedad de practicantes internos de los hospitales...»
     Aguzzi sugiere que estos insurrectos eran de orientación comunista. Por nuestra parte creemos que eran anarco-comunistas. Por otra parte, la Federación Obrera mencionada pertenecía a esa corriente anarquista y no al Partido Comunista Argentino (que primero se llamó Partido Socialista Internacional, siendo una escisión del viejo Partido Socialista Argentino acaecida como consecuencia de la Revolución Rusa).
     Siguiendo con el relato, digamos que tras la toma del Palacio Municipal los revolucionarios arrearon la bandera argentina del mástil frontal e izaron
     la bandera roja de la revolución, que no era patrimonio exclusivo de los comunistas bolcheviques. A las pocas horas, alertadas las autoridades, el grupo insurrecto fue reducido por tropas del Regimiento 11, cuyas instalaciones por entonces estaban en las inmediaciones de la Municipalidad (en el lugar donde actualmente funciona el Correo Argentino). Aparentemente, los ocupantes no ofrecieron resistencia y todo concluyó tan pacíficamente como se inició. La espectacular toma no duró más de tres horas, terminando sus protagonistas en la alcaidía, a donde fueron conducidos por un piquete del Cuerpo de Bomberos.
Ricardo Accurso