miércoles, 24 de septiembre de 2014

EL DOCTOR ENRIQUE J. CORBELLINI (1872-1920) MÉDICOS ROSARINOS



UN PASAJE DE NUESTRA CIUDAD LLEVA SU NOMBRE

Por  Sebastián Alonso
A pesar de haber vivido sólo cin­co años en nuestra ciudad, el doctor Enrique J. Corbellini es recordado en Rosario por su intensa ac­tividad como médico. Nació en Buenos Aires el 9 de abril de 1872, era hijo de José Corbellini y Teresa Maraña. Fueron sus hermanos: Carlos, Luisa, Mercedes y Teresa Cor­beilini.
Después de cursar sus estudios en el Colegio Nacional, ingresó en 1891 a la Facultad de Medicina de la Universi­dad de Buenos Aires. Entre los años 1894 y 1896 fue ayudan­te director de la cátedra de Anatomía y practicante interno en el Hospital de Clínicas "Gral. José de San Martín". Ese último año, siendo aún estudiante, publicó en los Anales del Círculo Mé­dico, un trabajo titulado "Algunas con­sideraciones acerca del cloroformo". En 1897 se graduó con medalla de oro al mejor alumno del país, doctorándo­se con la tesis: "La tiroidectomía en el bocio exoftálmico, algunas considera­ciones sobre la fisiología de la glándu­la tiroides y la etiología, naturaleza y patogenia de la enfermedad de Basedow ", donde expuso las observaciones recogidas en las tres operaciones de bo­cio con hipertiroidismo realizadas has­ta entonces en el país, la tercera de las cuales había sido efectuada por el mis­mo Corbeilini, mereciendo los elogios de los destacados cirujanos Enrique y Ricardo Finochietto. En 1898 fue médico agregado en el Hospital de Clínicas y jefe de clínica al año siguiente hasta 1905. En 1899, se sumó al cuerpo de disecto­res del Instituto de Anatomía Normal, tarea que continuó hasta 1901. En 1900 ingresó al servicio de Cirugía de Niños del Hospital San Roque y fue primer director de la Facultad. En 1901, fue nombrado profesor suplente de Clínica Quirúrgica en la Facultad de Medicina. En el laboratorio de Christofredo Jakob, en el Hospicio de las Mercedes, investigó acerca de tumores cerebelo-sos y luego escribió "Contribución al estudio de la sintomatología y diag­nóstico de los tumores del cerebelo", publicado en la Revista de la Sociedad Médica en 1901, convirtiéndose así en uno de los precursores de la neurocirugía argentina.
Fue autor de un ensayo presentado ante la Sociedad Médica Argentina en el que sostenía que la influenza era una causa común de apendicitis y fue el primero en el país en aislar en un pre­parado el bacilo de Pfeiffer. En 1903 se incorporó como cirujano al Hospital Militar Central y fue designa­do profesor de Medicina Operatoria en la Escuela de Sanidad del Ejército.
En 1905 viajó a París donde asistió a prestigiosas clínicas y hospitales. Es­cribió en 1907, para la Revue de Chirurgie, el artículo "Laguérison radicó­le des hernies inguinales ". En 1906, Corbellini se radicó en nues­tra ciudad. Se hizo cargo, hasta 1911, de los servicios de Cirugía para Hom­bres, Cirugía General de Mujeres y Gi­necología en el Hospital Rosario (hoy "Dr. Clemente Álvarez). Desde 1909 hasta 1911 prestó servicios también en el Hospital de Caridad. Con motivo de celebrarse el Centena­rio de la Independencia argentina, Cor­bellini fue uno de los impulsores de la creación del Hospital Provincial del Centenario, y de una escuela de Me­dicina. En 1911 regresó a la ciudad de Buenos Aires donde, al año siguiente, fue designado profesor de Clínica Qui­rúrgica del Centro de Estudiantes de Medicina y Círculo Médico Argentino "en agradecimiento de los servicios prestados inteligentemente en favor de la docencia libre".
En Buenos Aires estableció una clíni­ca en el antiguo sanatorio de Nicolás Repetto, la "Clínica Corbellini", en Corrientes 1943, "sanatorio de cirugía y enfermedades abdominales". En 1918 publicó "Concepto de las her­nias inguinales " y fue nombrado Con­sejero en la Facultad de Medicina. En 1919 integró la Comisión de Enseñan­za y presentó un proyecto de reestruc­turación del profesorado de Medicina, impulsando la incorporación al plan de estudios de nociones de Etica, Filoso­fía, Praxis y Cultura General. Se casó con Emma González y fue padre de Enrique y Susana. Falleció en su ciu­dad natal el 19 de enero de 1920 y fue en­terrado en el Cementerio de la Recoleta. En 1948 se dio, como homenaje, su nombre a un pasaje de nuestra ciudad, que corre de este a oeste desde Entre Ríos y Mitre al 2900 y desemboca en el Hospital Español, en calle Sarmiento.

Fuente: Extraído de la revista “Rosario y su Región “ Fascículo Nº 131 de Julio/2014