jueves, 29 de agosto de 2013

MANUEL ARIJON El hombre que transformó los campos del Saladillo con una visión futurista



Por Alfredo Monzón



Manuel Arijón nació un 12 de abril de 1841 en el pueblo de Cayón o Caión, provincia de La Coruña, Galicia, Es­paña. Hijo de José Arijón y Francisca Collazo.
Cayón es la salida al mar del municipio de Laracha que se encuentra en la zona oriental de la comarca de Bergantiños, entre Carballo y Cerceda. En el puerto de Cayón se destacan la plaza de Vila y Fano, la iglesia de San Jorge de estilo plateresco, que pertene­ció al convento de San Agustín (Siglo XVI), la playa de las Salseiras, la ca­pilla de San Jorge y la de la Virgen de los Milagros, donde en septiembre se celebra la romería de "Os Milagres de Caión".
Allí brotan unas aguas curativas que  son muy apreciadas por los visitantes. En el año 1856, y con apenas 14 años de edad, Manuel Arijón en compañía de su padre, emprende viaje a América para desembarcar en Montevideo, que­dando al cuidado de la familia Marengo con la que vivió durante dos años. Había ido al Uruguay buscando a un amigo que se había radicado allí tiem­po antes, pero al que nunca pudo en­contrar.
Esto hizo que decidiera trasladarse a nuestro país, más precisamente a nuestra ciudad, llegando en 1858 con la familia del señor Luis Lamas, quien estableció un almacén y barraca de frutos del país, ubicado en la esquina de Córdoba y Orden (hoy España), siendo Arijón designado dependiente del almacén. Contaba entonces con 17 años de edad.
En 1859 pasó, también en calidad de dependiente, a la barraca de frutos de los señores Rodríguez y Larreta, ubi­cada en calle Buenos Aires entre Ce-rrito y Riobamba.
Un tiempo después, también desempeñó similares tareas en el almacén UE1 pobre Diablo" que estaba en calle San Luis entre San Martín y la cortada Ba­rón de Mauá (frente al entonces Mercado del Sur).
Al llegar el año 1861 ya había logra' reunir algunos ahorros, lo que le permitió establecerse por su cuenta, y empezó a difundir el uso de la arena para la construcción, que él observaba q se encontraba en grandes cantidad en la ribera del río Paraná. En 1863 celebró un contrato con el Ferrocarril Central Argentino para prestar el servicio de carga y descarga materiales. Esto le permitió estrechar vínculos con los empleados que e afectos a los paseos a caballo, quienes  lo impulsaron a establecer una caballeriza en la calle Aduana (hoy San Mar­tín) entre San Lorenzo y Urquiza.
 Este establecimiento le proporcionó, en 1865, poder tomar contacto con el comisionado del gobierno del Brasil, quien se interesó en la compra de caba­llos y pasto para el ejército brasileño. Al ir aumentando la demanda (se esta­ba llevando a cabo la guerra de la triple alianza), se asoció con el señor Juan Bautista Harismendy, lo que le permi­tió contratar con los nuevos proveedo­res del ejército brasilero, la provisión en gran escala de todo el forraje para la caballería de los efectivos en opera­ciones en el Paraguay.
Por otra parte, Manuel Arijón donó gran cantidad de caballos al ejército argentino, por lo que fue recompensa­do por el presidente Bartolomé Mitre, otorgándole tierras en la provincia de Formosa.
El 6 de marzo de 1868, se casó con Faus­ta Coll, siendo madrina de casamiento, su madre Josefa Sendras de Coll, y pa­drino don Juan Bautista Harismendy. De este matrimonio nacieron 11 hijos: Manuel, Dolores, Carlos, Elena, Corina, Leopoldo, Ernesto, Josefa, María Ester, Juan José y Alfredo.
Durante esa época la sociedad adqui­rió dos manzanas de terrenos en los suburbios de la ciudad, instalando en ellas una prensa de enfardar, adqui­riendo también del señor Salvatierra un campo en el Bajo Hondo para la siembra de alfalfa, fundando un esta­blecimiento que llamó "Quinta Vieja". Por amigable convenio, en 1869 se disolvió la sociedad, con motivo de haberse terminado o suspendido los contratos para la provisión de forraje al ejército del Brasil. Arrojando el ba­lance practicado, un haber de 50.600 pesos bolivianos, efectivo depositado en el Banco Argentino, y 58.000 pesos de igual moneda en terrenos, galpones, prensas, herramientas, carros, bueyes, etcétera.
Con esa base siguió dedicándose al en-fardaje de alfalfa que producía el Bajo Hondo, para exportarlo a Río de Janeiro pero, como la producción propia no fue­ra suficiente para las exigencias de sus negocios, se dedicó a comprar alfalfa en plaza, abarcando sus operaciones: la producción, acopio, y exportación.
En 1870 adquirió del señor Emilio Maldonado, otra fracción de campo lindero a la "Quinta Vieja", para ensanchar la producción de alfalfa.
 Allí construyó un galpón de 30 por 12 metros, colocando en él una nueva prensa de enfardar.
En esa época empezó, por segunda vez, a proveer al ejército de Brasil en el Paraguay, subcontratando con los proveedores.
Habiendo tomado incremento la ex­portación de alfalfa a Río de Janeiro, se vio en la necesidad de colocar una nueva prensa, bautizándose entonces al establecimiento con el nombre de " La Corina", en homenaje a su hija mayor. En 1879, resentida su salud, en parte por la asidua labor desplegada en todos esos años, y además deseando visitar a sus padres, emprende un viaje a Eu­ropa el 5 de abril de ese año, visitando España y Francia; en este país consultó a algunos médicos sobre sus dolencias, quienes le recomendaron tomar los ba­ños de Luzón, en donde pasó la tempo­rada veraniega.
Por intermedio del señor Gregorio Machaín le compra a la sucesión de Juan Frías, los campos del Saladillo, fir­mándose la correspondiente escritura el 18 de enero de 1881.
 En abril de ese año debía regresar a Francia para continuar (según lo acon­sejado por los médicos), con los baños de Luzón, pero, en ese Ínterin durante el verano, se sumergió en las aguas del arroyo Saladillo, experimentando una notable mejoría en su salud.
Atribuyó tan favorable reacción a las aguas del arroyo, (ricas en sales y yodo) determinando, en vista de los re­sultados, suspender el viaje a Europa, y construir sobre el mismo arroyo, su instalación balnearia particular.
Don Manuel Arijón fue un verdadero ejemplo de tenacidad y perseverancia en su afán de superarse y lograr una posición a través de su trabajo. No solamente demostrando que se puede llegar a ser una persona de bien si uno se lo propone, empezando desde muy abajo como él lo hizo, sino que tam­bién, acompañado de ese trabajo, traer el bienestar y el progreso al lugar don­de se afincó para empezar una nueva vida. En 1866, hace venir a su herma­no José Arijón, quien inmediatamente se pone a trabajar en sociedad con él, invirtiendo su primer capital en una tropa de carros y bueyes, esa sociedad duró hasta el año 1887.
 En 1874, integró la Comisión Propul­sora de la creación del Banco de la Pro­vincia de Santa Fe, junto a un grupo de vecinos notables.
En 1878, compró propiedades en Co­lonia Bernstad (hoy Roldan), a las que llamó "Santa Elena", en honor a su hija. Realizó un contrato con la casa "Sánchez, Romaguero hijos y Cia. De Rio de Janeiro como apoderados fren­te al gobierno de Brasil y empresas de tramways brasileñas.
 En 1884, además de comenzar con la construcción del complejo balneario del Saladillo, también construyó su residencia familiar a la que llamó "Vi­lla Fausta", en honor a su esposa. Esta residencia estaba ubicada en el lugar donde hoy se encuentra la manzana comprendida por las calles: Avenida Del Rosario al 800 bis, calle Messina, Plutarco (antes Ctda. Manuel Arijón) y calle Villa Fausta, en un promontorio desde donde se observaba todo el río Paraná y las islas, un paisaje extraordinario, (en aquellos años). Esta mansión estaba rodeada de hermosos jardines que, con el paso del tiempo, los viejos vecinos recuerdan como "El bosque Arijón".
A partir de la muerte de Arijón, la mansión la alquiló el doctor Fracassi, instalando una clínica psiquiátrica, hasta que se trasladó a su lugar actual, San Martín y Arijón . Ese mismo año (1884), también ad­quiere un terreno en calle San Martín entre Urquiza y Tucumán, donde cons­truyó su residencia permanente (la del Saladillo solamente la usaba en la épo­ca estival), esta tenía la numeración; San Martín 460, 462 y 464.
En 1886, obtiene del gobierno Nacional la habilitación para la construí de un puerto en la desembocadura del arroyo Saladillo, para el embarque de lo que se producía en sus campa este puerto lo llamó "Puerto Plaza" homenaje al ministro que le cono, la habilitación. También por aqu años, figura como propietario d; nos de ladrillos en Saladillo.
 En 1885, ante el pedido de diferí familias que deseaban tener un de descanso en Saladillo, una serie de seis residencia-gas sobre la vera del camino principal que atravesaba sus campos ( hoy Avenida Arijón), y a las que Aldea Saladillo". Lamentablemente, de seis mansiones la única que ha sobrevivido a la piqueta es la que lleva la numeración; avenida Arijón 84 bis, y es donde hoy funciona la "Casa de la Cultura Arijón"
También para esa época construyó unos galpones forrajeros a los que llamó “La Nueva Corina" y el tambo del Saladillo.
Como se podrá apreciar, don Manuel Arijón además de ser un precursor del barrio Saladillo, fue colaborador del Centro Unión de Almaceneros y del Hogar del Huérfano, fue fundador de la Sociedad Rural de Rosario, y también benefactor anónimo de numero­sas obras de caridad.
 En 1887, decidió retirarse de la acti­vidad pública, quedando su hijo Juan Manuel como gerente de sus negocios. Don Manuel Arijón falleció un 20 de Junio del año 1900 a las 3.30 horas de la madrugada, a la edad de 53 años. En ese momento era uno de los hombres mas acaudalados de la ciudad de Ro­sario, sus campos comenzaban en la desembocadura del arroyo Saladillo y el río Paraná y terminaban en las proximidades de lo que es hoy avenida Ovidio Lagos



Fuente: extraído de la revista “Rosario, su Historia y Región. Fascículo N• 112 de Octubre 2012.-