jueves, 22 de agosto de 2013

BARRIO SALADILLO, UNO DE LOS PRIMEROS ÁMBITOS DE DESCANSO Y ESPARCIMIENTO



Inicio
El pueblo de Saladillo, con esa denominación data desde 1880, cuando Manuel Arijón fundó un pequeño poblado en lo que constituye la parte más habitada del barrio Roque Sáenz Peña. Era además propietario de una gran extensión de tierras aledañas al río Paraná.
El pueblo de Saladillo, con esa denominación data desde 1880,

Vladimir C. Mikielevich en su Diccionario enciclopédico de Rosario afirma "en 1886 se instalaron sobre una de las márgenes del brazo norte del arroyo Saladillo unos baños públicos, aprovechando la creencia popular en las propie­dades curativas de sus aguas". Asimismo "en 1887 los ba­ños fueron ampliados, se construyó una pileta revestida de cemento de 100 varas de extensión por 30 de ancho, la que recibía el agua una vez llena se desbordaba con estrépito de una cascada en la continuación del arroyo. También se cons­truyeron 51 camarotes con piso de cemento, con galerías en su frente y a su lado de la pileta se levantó un murallón que la dividía formando un segundo depósito de agua para ali­mentar dos departamentos de baños de inmersión".
Mientras las tierras aledañas eran cultivadas con alfalfa y divididas en potreros para la invernada de ganado vacuno, el emprendedor Arijón continuaba la promoción de su establecimiento de baños, logrando la habilitación de un trans­porte desde el matadero, hasta donde llegaba el tranvía que unía a éste con el centro de la ciudad. Una nota evocativa publicada en el diario "Rosario" de 1984, menciona viven­cias propias del barrio: "Viajando en el tranvía (...) era como llegar a otro país, porque el lugar de la ilusión era el balnea­rio del Saladillo..."

Un lugar para el ocio
La atracción de los baños fue uno de los alicientes para con­cretar un servicio de tranvías desde la Plaza López hasta el denominado Puerto Plaza: una pequeña Terminal de cabo­taje construido por el mismo Arijón en 1885 en la desem­bocadura del Saladillo. Gracias a la gran concurrencia de personas se inauguró en 1891 el restaurante "Los Baños", asimismo se instaló un servicio de una galera para llevar y traer pasajeros desde Rosario. En los meses de verano partía a las 6 de la mañana desde el "Almacén del Pobre Diablo", situado en la calle San Luis frente al Mercado Central. Los sucesores de Manuel Arijón vendieron los terrenos del Saladillo en 1906 a la Sociedad Anónima del Saladillo y lo propio ocurrió con la empresa de tranvías a caballo que iba desde Rosario a Puerto Plaza, que aportó mayor progreso al barrio y pasó a llamarse desde entonces Saladillo. En 1937. el predio volvió a tener nuevo dueño al ser vendidos a la denominada Sociedad de Baños y Parques del Saladillo, de origen municipal tanto los terrenos como las instalaciones y otras superficies adyacentes.
Para el Centenario de la Revolución de Mayo, se inició la edificación del Hotel y Casino y luego comenzó sus actividades de recreación y deportivas el Saladillo Club. Para esa misma época, se inauguró el puente del Saladillo, un símbo­lo del barrio tendido sobre Avenida Nuestra Señora del Ro­sario, con el fin de salvar el cauce del brazo norte del arroyo (cegado en 1972) lo que permitió que el tranvía eléctrico número 8, que por entonces debía detenerse varias cuadras recorridos del balneario y el restaurante, pudiese extender su re­do hasta esos establecimientos. El barrio era sinónimo entretenimiento social, deportivo y natural,
Grandes cambios se produjeron a partir de la Primera Guerra Mundial. En 1924 se instaló el frigorífico Swift, sobre margen sur de la desembocadura del arroyo Saladillo en río Paraná, y el matadero municipal en jurisdicción del rito de Villa Gobernador Gálvez. En esa zona se instala-inmigrantes, la mayoría de origen europeo para trabajar mano de obra en dichos establecimientos.
Biografia utilizada:
Archivo diario La Capital.
Bembo, Sandra A. "Barrio Saladillo: pasado y presente". Rosario, historia de aquí a la vuelta", año 1992.

Fuente: extraído de la revista “Rosario, su Historia y Región. Fascículo N• 92 de Diciembre 2010.-