martes, 12 de marzo de 2013

VILA ORTIZ, RUBÉN. (1871 – 1941) MÉDICOS ROSARINOS


Confianza en el progreso

Pediatra y puericultor de reconocido mérito, fue también un gran humanista y un incansable difusor de la cultura. EL Círculo surgió de su iniciativa.

Por Luis Etcheverry

Nacido en Córdoba (1871), apenas egresado como médico en la Universidad de Buenos Aires el doctor Rubén Vila Ortiz se radicó en Rosario. Pediatra y puericultor de fuste en una época en que la especialidad tenía conspicuos exponentes, los libros que dedicó al tema -varios reeditados- resultaron para los círculos científicos elementos de reconocido valor. Tales los casos de "La crianza del niño", "La alimentación del niño", "La enseñanza de la puericultura", "El gran problema: la enseñanza de la puericultura en las escuelas", con prólogo de Lucio V. Mansilla, "Por la salud del niño", ídem del doctor Gregorio Aráoz Alfaro, y "Los comedores escolares". Pero su interés médico no se ciñó excluyentemente a su especialidad. Poseedor de un espíritu inquieto y una clara conciencia social, impregnado del positivismo de la época, fue también agudo observador de la realidad, condición que lo impulsó a escribir trabajos como "Algunas consideraciones sobre profilaxis antituberculosa" y "Cómo debe encararse la lucha antituberculosa". Ni qué hablar de sus innumerables artículos volcados en revistas médicas de nuestro país y Francia, tanto sobre temas de su especialidad como sobre la organización hospitalaria y la difteria, sífilis (en sus diversas variantes y consecuencias), meningitis, nefritis y otras enfermedades.

Pero indagar sapientemente en la medicina no le resultó suficiente. Vila Ortiz también centró su interés en la filosofía, el humanismo y la cultura en general. De esa inquietud y su vasta erudición clásica y moderna nacieron reconocidos títulos de prosa clara y austera como "Breves reflexiones sobre grandes problemas", con prólogo del famoso astrónomo Martín Gil, su amigo; "Cultura y ética**. "La vida y la muerte", "Dinamita para el espíritu","Humanismo" y "Reflexiones”. Incluso,. siempre apasionado por el arte y la cultura, dedicó un libro a promover el embellecimiento urbano de la Capital Federal, al que tituló "Cuestiones edilicias".
En Rosario Vila Ortiz desarrolló además una importante e infatigable acción en favor de la difusión de la cultura, que pretendía acercar a cada vez más vastos sectores. Creía, y no podía ser de otra manera vista su posición filosófica, en la ilustración como acicate del progreso individual y colectivo de todos. A su idea y poder organizativo se deben, entre otras realizaciones, el nacimiento en 1912 del Círculo de la Biblioteca o El Círculo, como se la conoce ahora. Igual que otros autores, Juan Álvarez le reconoce en "Historia de Rosario" la indiscutible condición de "fundador" de esa prestigiosa entidad cultural, la más emblemática e de la ciudad, a la cual se le debe, gracias a la generosidad de rosarinos notables, el rescate de esa joya arquitectónica que es el edificio de La Ópera. Una sala de dicho teatro recuerda con justicia al doctor Rubén Vila Ortiz, muerto soltero a los 69 años, en Buenos Aires, el 10 de septiembre de 1940. Está sepultado en El Salvador de nuestra ciudad.

Fuente.: Extraído de la Revista del diario “La Capital” 140 años – (1867-2007)