martes, 19 de marzo de 2013

STAFFIERI, DAVID (1891-1970) Médicos Rosarino


Aventura con objeto y sentido


Fue médico, científico y docente de enormes méritos y justo renombre nacional e internacional, pero siendo mucho eso, no lo fue todo. Es que junto con todo ello, el doctor David Staffieri sobresalió como un humanista integral, se diría que renacentista, que hizo del hombre, con sus complejidades y circun­tancia, centro de su interés permanente.

Nacido aquí el 5 de noviembre de 1891, se graduó a los 24 años con medalla de oro y diploma de honor en Buenos Aires. Entre 1922 y 1946 dictó clínica médica en Rosario, siendo delegado al Consejo Superior Universitario de 1936 a 1940, decano en 1940 y vicerrector de la UNL en 1945. Junto con otros profesores, tuvo que alejarse de la cátedra. Después de 1955 desistió de retornar a la docencia, pues no quería concursar con quienes habían sido sus discípulos. Fue médico y/o directivo de la Asistencia Pública, los hospitales Italiano y Centenario, y el Consejo de Higiene. Miembro de sociedades científicas locales, nacionales y extranjeras, autor de numerosos artículos y libros de medicina y otros temas, dictó cursos y conferencias en Uruguay, Santiago de Chile, París, Turín y Roma. Con Bernardo Houssay y Egidio Mazzei redactó el capítulo "La medicina en la Argentina" de la famosa publicación "La semanine des hopitaux", de París.
En 1968 la fatalidad le asestó un duro golpe del que no se repuso nunca. Fue a raíz de la muerte accidental de su hijo Juan José (48 años), de quien se sentía muy orgulloso pues, siguiendo sus pasos, ocupaba por concurso la titularidad de Clínica Médica (su cátedra) y era miembro titular de la Academia Nacional de Medica (como él). Precisamente a ese hijo cuando quería ser doctor, le había dedicado en 1938 "El médico que hubiera deseado ser". El artículo muestra sin cortapisas la sobresaliente personalidad humanista de autor. Imposible vencer tentación de la cita. "Quisiera que fueses un poco sabio, un poco un artista, un pe un héroe, un poco un santo. Que todo eso necesita tener el médico que sueño, el medie que desde Hipócrates ha vivido mucho en el ensueño y poco en la realidad. He opuesto el ideal muy alto, donde tal vez no haya esperanza del alcanzarlo. Pero eso ya lo sé, hijo mío. No creas que me fue] muy doloroso verte a mucha distancia de la meta anhelada. Lo que sería para mí una tortura infinita es que no te alentara el deseo de alcanzarla. Si ese ideal vive en ti, él te empujará, él te elevará y tu vida será una conquista y una ascensión, no importa a lenta y laboriosa, no importa! si al final quedas por debajo del ensueño, muy lejos de la meta. Por débiles que sean tus alas, por precario que sea tu progreso, por bajo que te sientas, no renuncies nunca al sagrado afán de ser cada día un poco mejor. Lo que importa es que] tu esfuerzo sea sincero y porfiado, que no ceda nunca. Que de otro modo, hijo mío. la vida te parecería aventura sin objeta y sin sentido".
Con 79 años, el maestro Staffieri murió el 28 de abril de 1970.

Fuente.: Extraído de la Revista del diario “La Capital” 140 años – (1867-2007)