martes, 2 de octubre de 2012

EL PRIMER REGLAMENTO de Rosario Central / ANECDOTARIO


A pesar de contar casi con treinta años de vida, no fue sino en 1917 cuando Rosario Central plasma su organización a través de su primer reglamento. Fue bajo la presidencia de don Tomás Flynn, hermano de Federico, que era a la sazón secretario, cuantíe se convoca a una asamblea general extraordinaria. Se reúne ésta el 18 de abril de ese ano y aprueba el Reglamento propuesto. El mismo contiene algunas disposiciones dignas de ser conocidas.
El reglamento establece claramente que sólo pueden ser socios de la "Asociación" denominada Club Atlético Rosario Central, los empleados v ex empleados del Ferrocarril Central Argentino. Por vía de excepción, autoriza a la comisión directiva a aceptar asociados que no reúnan esa condición si lo considera beneficioso para los intereses del club. La finalidad de la Asociación es la "de mantener la amistad entre ellos y proveer por todos los medios a su desarrollo físico y moral".
Para ingresar había que abonar una cuota de  “$ 2.00 m/n como mínimum", suma ésta que podía ser aumentada por la Comisión Directiva. La cuota mensual fue fijada en S 1,00 m n (un peso monada nacional).
Una particularidad importante está contemplada en e! Regla­mento. La elección y función del capitán del equipo de fútbol, come así también la manera de elegir el "team" representativo del club. Veamos.
Los capitanes y subcapitanes de los respectivos "teams" eran elegidos por los propios jugadores antes del primer partido de cada año. Ese honor tenía su carga de responsabilidades y obligaciones. El capitán —en su ausencia, el subcapitán— debía concurrir una vez por mes a las reuniones de la directiva e informar a sus miembros sobre las necesidades de los equipos; tenía la absoluta dirección de los partidos que jugaban sus muchachos, como también la obligación de vigir que todos los jugadores usaran les colores v el uniforme del club; también debían informar a la comisión directiva de cualquier infracción cometida por aquellos y estaba autorizada en ese caso— a tomar "las medidas que crea necesario" (el caoitán).
Finalmente, formaba parte de la Comisión de Selección del "team", junto "a cuatro socios designados por la C.D.". Esta comisión seleccionadora funcionaba con mucha originalidad: elegía los Jugadores, es decir, formaba el equipo, y elevaba sus conclusión a la comisión directiva. Esta sólo podía objetar hasta tres jugadores. Pero así y todo, si esos jugadores objetados por la comisión directiva eran ratificados por mayoría de votos de los seleccionadores —cuatro socios v el capitán— la nominación origina! quedaba firme y consumada.
Come podrá apreciarse, mucho es lo que ha cambiado desde aquellos tiempos a éstos que nos tocan vivir. Quizás valga la pena apuntar que por ese entonces ser capitán del equipo —como hemos visto— era no sólo una distinción; representaba una misión que había que cumplir, con honor y con vergüenza; era, en suma, una obligación que a no todos les quedaba bien. Quizás también, por eso, el primer capitán centralista fue un lord inglés. Y muy cerca en el tiempo, le siguió Zenón Díaz, síntesis total de personalidad y honorabilidad para merecer largamente la distinción de capitanear los primeros equipos auriazules.

Fuente: Bibliografía de Historia de Rosario Central de autor Andrés Bossio