viernes, 23 de septiembre de 2011

LA YERBATERA QUE DIO NOMBRE AL BARRIO


Por Miguel Ángel De Marco (h)
Aquella manzana había pertenecido al mariscal Simón de Santa Cruz. Al demolerse la residencia el terreno quedó despoblado y allí luego se levantó la yerbatera. Toda aquella zona ribereña, alejada del centro de la ciudad y aún poco poblada, era destinada principalmente a tareas relacionadas con la actividad portuaria, al punto que se encontraba equidistante del embarcadero y estación del Ferrocarril Oeste Santafesino (actual Parque Urquiza) y el nudo central del puerto concesionado. Las vías y ramales internos hacían de aquel ámbito un patio de maniobras.
El Monumento a la Bandera era aún un proyecto en concreción, y en vez de sus parques circundantes se alzaban barracas, galpones y el edificio de la usina de gas.
El edificio de la Yerbatera Martin fue demolido en la década del 80, cuando el molino se radicó en Misiones pero el medio siglo de su existencia fue suficiente para que el barrio circundante fuera asociado a su nombre. La ciudad se transformó velozmente a partir de la segunda mitad del siglo XX y la existencia de este tipo de establecimientos y mercados públicos en el actual macrocentro fue interpretado como un obstáculo para la vida cotidiana (recuérdese la demolición del Mercado Central y el Mercado de Abasto). El Barrio Martin devino en residencial dotado de edificios de gran altura con privilegiada vista a las barrancas, el río y las islas. Precisamente es en el predio de la ex yerbatera el destino de un mega proyecto edilicio.
A Julio Ulises, siguió en la presidencia del directorio de Martin y Cía., su hijo Marcelo Enrique y sus nietos. Marcelo Julio, Carlos Alberto y Alberto Jorge Los integrantes de la familia siguieron la tradición de sus fundadores de participar en instituciones de la ciudad como la Bolsa de Comercio de Rosario, la Federación Gremial, la Asociación Amigos del Museo Histórico  Club Huracán, entre otras.

Fuente: Artículo publicado en la Revista “Rosario, su Historia y Región.  Fascículo Nº 97 de junio 2011