lunes, 17 de julio de 2023

Los grupos del cambio

 



Por Rafael Ielpi

Las influencias del movimiento del rock que en Europa y Estados Unidos encarnaba parte de la rebeldía que los jóvenes iniciarían de modo contundente con el mayo francés del 68, se harían perceptibles de modo notable en el Festival de Woodstock, una reunión de características tan multitudinarias como inéditas en el apogeo de la cultura "hippie" norteamericana que lo tendría como uno de sus íconos más preciados. De él surgirían nuevas figuras que simbolizarían las ansias de cambios sociales y políticos en millones de jóvenes de todo el mundo.

Los 70 estarían signados por dos procesos político-institucionales relacionados: el regreso de Perón al país y su ulterior presidencia, interrumpida por su muerte, a la que sucedería la de Isabel Martínez de Perón, y el golpe militar del 26 de marzo de 1976, que iniciaría la etapa más nefasta de la historia argentina, con el llamado Proceso Militar. Sería entre los años finales de la década del 60 y el final de ésta, cuando Rosario asistiría a una etapa de renovación musical y poética de características inéditas.

Es en ese período, en Buenos Aires, cuando después del fenómeno de transición que significó la música beat - el que iría desde los antiguos rocanrroleros y el movimiento beatle-, empiezan a gestarse experiencias que tendrían también una influencia notoria en los jóvenes músicos, intérpretes y compositores de todo el país, como la de Sui Genens, el dúo de Charly García y Nito Mestre, cuyo explosivo éxito estuvo dado, más allá de la calidad creativa del primero, en la identificación de toda una generación que veía plasmados en sus temas una forma de plantear cuestiones que los jóvenes tenían una casi asfixiante necesidad de expresar.

Rosario no fue ajena a ese cambio y de manera menos resonante, pero con una personalidad que más adelante confirmaría el carácter genuino de su propuesta, fueron surgiendo conjuntos que -en algunos casos sin saberlo- apuntaban a un mismo objetivo: producir desde Rosario una música diferente, una propuesta alternativa.

Ricardo "Richard" Grassi es señalado por algunos como el iniciador del movimiento de rock rosarino en el que se integrarían grupos como Agnus Dei, Parvas, Extasis, El Angulo, Ambar, Amor y Llanto del Padre 591 y Pablo El Enterrador. Esta última una casi mítica banda que sonara a lo largo de tres décadas en la ciudad y que naciera en 1973 en el Colegio Salesiano San José cuando junto a Grassi dieron nacimiento al Ateneo de Músicos y Amigos de Rosario (Amader).

Algunos de los integrantes iniciales de Pablo El Enterrador como Rubén Goldín y Lato de los Santos,iban a tener participación, casi una década más tarde, en el surgimiento de la Troya Rosarina. Los referentes de todos estos conjuntos eran comunes: Los Gatos, de Nebbia y Almendra, de Spinetta, mientras coincidentemente con la formación de AMADER aparecían otros grupos igualmente valiosos como Objetivos Comunes, Transformación, Trama e Irreal, que surgiría al calor de otra búsqueda, la propuesta por la Asociación de Músicos Independientes (Ami); en Irreal actuarían otros dos nombres cuyo protagonismo sería después decisivo, sobre todo de 1982 en adelante: Adrián Abonizio y Juan Carlos Baglietto.

Fuente: Extraído de la Revista vida Cotidiana de 1960-2000