Los llamados barrios F0NAVI fueron una de esas respuestas. Los mismos son construidos con ingresos que otorga la ley del Fondo Nacional de la Vivienda (Ley Nº 19.929), promulgada en noviembre de 1972 y recursos provenientes de las disposiciones de las leyes Nª 19.876 y 19.986: "donaciones y legados, cualquier régimen de aportes que se dictaminen en el futuro, de sanciones económicas o convenios resarcitorios, un aporte del 2,5 por ciento sobre remuneraciones a cargo del empleador", agregándose que los beneficiarios de dichas construcciones habrán de ser "los sectores de menores recursos". El órgano de aplicación de esa legislación fue la Subsecretaría de Vivienda del Ministerio de Bienestar Social.
En Rosario, los barrios FONAVI se levantaron en distintas zonas de la ciudad y en la que nos ocupa —como enormes parapetos que dividen prácticamente sectores, con la sensación de límites precisos que ratifican la concepción de fronteras— el primero de ellos data del 29 de marzo de 1973, cuando se inauguró el núcleo habitacional en calle Molina al 2800, al norte de la Cerámica Alberdi, constituido por 21 viviendas y estimulado por la Campaña Mundial contra el Hambre.
En abril de 1980 se anuncia la construcción en Rosario de 6.752 unidades habitacionales: 1.200 se iniciaron en Parquefield en 1979 (antes del anuncio oficial) y 1.751 unidades en sectores distantes aproximadamente 250 metros uno del otro, a la altura de la calle Mendoza. El sector I tiene 80 Ha. y el sector n, 11 Ha. , emplazados a unos 7 kilómetros del centro de la ciudad. Se albergan en estos últimos unas 7.850 personas, con un promedio de 5 habitantes por unidad. La superficie total edificada es de más de 100 mil metros cuadrados.
En Bvard. Seguí al 5500 se construirán a la vez 784 unidades, iniciadas en septiembre de 1979:96 viviendas de un dormitorio, 320 de dos y 96 de cuatro dormitorios.
Las características constructivas de estos edificios que adolecieron más serías deficiencias originadas en el momento mismo de su emplazamiento (carencia de cloacas y desagües en la zona, etc.), no fueron inconveniente para que "los F0NAVI” resultaran, a la postre, una solución cierta para el grave problema de la carencia habitacional que, en la actualidad, asume proporciones realmente preocupantes.
Como inconfundibles siluetas en el paisaje, los FONAVI del oeste rosarino, siVen también para definir, en esa zona, un problema nacional que adquiere, en Rosario, condición de verdadero drama.
Fuente. Extraído de revista “ Rosario aquí a la vuelta” Fascículo Nº 18. Autor: Alberto Campazas . De Enero 1992