Situada en la esquina noroeste de las calles Gral. Mitre y Catamarca, originalmente ocupó parte de un solar de 63 x 70.25 varas, a la vera del camino aue, desde la ciudad, llegaba al antiguo cementerio habilitado en 1810, inmediato a la barranca de la que arrancó la calle Corrientes al ser ésta trazada.
La ya desaparecida casa, cuyo piso alto sirvió en sus primeros tiempos Para otear la reducida y chata ciudad, fue construida en los primeros años de regir la Constitución de 1853 por el ebanista francés H. Heiser, aquí radicado en 1854. La afluencia de extranjeros atraídos por la liberalidad de las leyes y las perspectivas de progreso en nuestro medio, modificó fundamentalmente los hábitos de la primitiva sociedad, contribuyefido Tieiser en buena parte a ese cambio, al establecer allí el primer recreo público, con el nombre de Jardín dei Recreo, a semejanza de los entonces existentes en ciudades populosas.
Primitivamente la casa fue de vastas proporciones, cubriendo en su frente sobre la calle Catamarca más de la mitad de la cuadra. Contaba con elegantes salones, con pisos cubiertos de baldosas de nie-Ira extraída de las canteras situadas en el subsuelo de la ciudad de París, ambientes donde fueron homenajeados ilustres personajes e incluso se dieron renresentaciones teatrales y líricas, luego del siniestro del 19 de setiembre de 1868 que destruyó' el teatro de La Esperanza. Al mismo tiempo, en los amplios patios y jardines donde se cultivaban arbustos exóticos y florales, a la sombra de frondosos árboles y de glorietas los parroquianos eran servidos en las tardes y noches calurosas con bebidas refrescantes, licores y helados.
En 1871 el bosque formado por Heiser aparecía franqueado por viviendas y éste va había rendido tributo a la tierra. Ese ao su viuda, de nombre Zoila, vendió el establecimiento a su compatriota Antonio Mageran quien, en su afan de modernizarlo, reformó ambientes y en los jardines instalé juegos para niños y aparatos para diversión de Jóvenes, innovación que Do loará éxito ya cue el 19 de mayo de 1873, lo vendió a un floricultor destinándolo éste a explotar su ramo.
Parte del edificio con frente a la calle Catamarca, a partir de la clausura del Jardín del Recreo como punto de reuniones sociales, se lo convirtió en viviendas familiares. Allí, en una de esas casas vivió la familia Chiola, uno de cuyos miembros, Sebastián, fallecido en 1950 a los 48 años de edad, fue actor teatral y cinematográfico de ponderables méritos y merecida fama. "La guerra gaucha", "Y mañana serán hombres" y "Palermo" son algunas de las películas en las que intervino en forma destacada.
Finalmente, cabe recordar que varios vecinos con sensibilidad, informados sobre la inminente destrucción del viejo edificio, realizaron gestiones ante la Municipalidad para lograr su conservación. Pero, como siempre, no hubo respuesta a tan respetable inquietud; la vieja esquina cedió su recia estructura a la despiadada piqueta demoledora, doblemente demoledora porque también abatía un testimonio histórico de rosarinidad.
W.C.M.
Fuente: Extraído de la “Revista de Historia de Rosario” Año X Nºros. 23-24 de 1972