¡Central campeón! Y ganándole la semifinal a Newell's con la palomita de Poy. La OCAL no podía dejar de festejar este acontecimiento.
"Primero la llamamos la Cena de la Victoria, pero después se me ocurrió que debía ser la Cena de la Frustración, porque teníamos que festejar la frustración de los «leprosos», cuenta Eduardo Ferrari del Sel desde su despacho de director del Sanatorio de Niños de Rosario.
La OCAL vendió 58 tarjetas a "canallas" de pura cepa, como correspondía. Los de amores y odios profundos. Los invitados especiales fueron Aldo Pedro Poy, Angel Labruna, el presidente Víctor Vesco y el secretario Antonio Rodenas. El lugar: la parrilla "Polo Norte", a metros del estadio de Arroyito, sobre el río Paraná.
El tema excluyente fue el campeonato logrado. Y, fundamentalmente, la-palomita. Los cantos apuntaron inevitablemente a las cargadas a la "lepra". El doctor Juan Carlos Guida contó cómo pudo apoderarse del apéndice de De Rienzo: ocurrió que al día siguiente del partido, el 20 de diciembre, De Rienzo debió ser operado de apendicitis, de urgencia, en el Sanatorio Carrillo, y Guida consiguió y colocó en un frasquito con formol el órgano que "más cerca estuvo de la cabeza de Poy en el momento del gol". Porque, "cuando Aldo cabeceó el apéndice de De Rienzo, que lo marcaba, estaba a veinte centímetros", explicó Guida.
Y el abogado Mario Martorano, hermano de Luis, le cortó —casi a los postres—un mechón de pelos del parietal izquierdo a Aldo Poy.
El apéndice de De Rienzo y el mechóii de Poy pasaron a integrar el archivo de la OCAL.
Luis Martorano dijo su discurso.
Fue el 10 de enero de 1972. A partir de ahí, todos los 19 de diciembre, los ocalistas se juntarán para rememorar la célebre palomita de Poy.
Porque el vuelo continúa.
Fuente: Extraído del Libro “ de Rosario y de Central”. Autor Jorge Brisaboa. HomoSapiens.Ediciones. Año1996