Rosario asistía, en cambio, al final del auge folklórico, con algunos creadores que, como Chacho Muller y Los Trovadores, exhibían un nivel de calidad que los haría perdurables en el tiempo. Muller, ensimismado y lúcido captador de la problemática, el paisaje y el clima de la isla y el río, con temas de casi inédita sensibilidad en el ámbito de la música del Litoral, como "Mujer de la isla", "La Isla", "Botecitos de papel" y otros; los segundos Iniciadores de todo un movimiento vocal e Instrumental que serviría de excelente vehículo al Nuevo Cancionero.
Pero a fines de esos anos 60, los bailes de Carnaval en la ciudad, en clubes como Provincial o Gimnasia y Esgrima, eran ya una excusa para que tocaran bandas de rock, que se las Ingeniaban para sonar parecido a los grupos internacionales más relevantes del momento.
Por aquel tiempo, lo Importante para esos jóvenes rosarinos era ganar cualquier escenario para - ante la sorpresa generalizada de muchos espectadores- desgranar algún tema en Inglés de los Beatles o los Rolllng Stones.
Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario, Historia de aquí a la vuelta”. Fascículo N.º 17. Autor: Horacio Vargas. Diciembre 1991