sábado, 31 de julio de 2021

ENCANTOS ROSARINOS

 



Por Héctor Nicolás Zinni



Seguimos en 1968, año en que Jorge Luis Borges rompe su vasta soltería de casi misógino y se casa con Elsa Astete Millán. Dice "Necesita conocer como era la vida junto a una mujer". La experiencia es dolorosa durará poco: habrán de separarse en 1971. Causa. Nadie la éxplica Per los amigos de Borges susurran: "Ese matrimonio fue una locura”.

Este año fallece en Buenos Aires un famoso cantor tradicionalista nacido en Cañada de Gómez (SFe) en 1920: Rogelio Araya. Había cantado Con la orquesta de Roberto Zerrillo hacia 1940 en Radio Belgrano, volcándose luego al cancionero criollo del que fuera uno de los mejores, luciéndose con el estilo interpretativo de Néstor Feria -El Gaucho Cantor- en milongas estilos y todo lo concerniente a sur bonaerense. Han sido sus grandes éxitos las milongas Las carretas y El último viaje.

El Parque Independencia, con sus 64 manzanas arboladas -algo así como un millón de metros cuadrados- y el esmeralda de su césped que sólo interrumpen los innúmeros paseos con su pavimento gris, es el corazón de Rosario. Prácticamente equidistante de los límites de la ciudad, a los ojos de un porteño puede parecerse a los bosques de Palermo. Y en realidad hay muchas similitudes: el estilo francés de las construcciones que alberga, los botes de alquiler, los alegres alborotos infantiles de fin de semana, las parejas que, no obstante la excelente iluminación nocturna, han esperado la caída del sol para solazarse en caracoleos amorosos.

En él alternan juegos infantiles, un lago artificial de un metro de profundidad, una isla, jardines, el Hipódromo Independencia, un calendario floral que cuidadores mediante está siempre al día, el Jardín Zoológico - abierto todos los días de 8 a 20-, las sedes de los clubes Gimnasia y Esgrima, Newells OId Boys y Provincial, la fuente de los españoles y dos museos: el Histórico Provincial Dr. Julio Marc y el Municipal de Bellas Artes, más conocido como el Castagnino. Así, al deleite de caminarlo, el Parque Independencia puede prolongarse, para el viajero curioso y aún para el propio nativo, en placeres más intelectuales.

Para eso el Museo Histórico cuenta con 52 salones dedicados al pasado argentino y americano. En él se encuentran testimonios de culturas precolombinas, tejidos y objetos preincaicos, huacos, muestras de la civilización diaguita y de la cultura chaco-santiagueña. También se exhiben una colección de ídolos chibchas en plata fundida, encontrados en 1874 en un cementerio del Cuzco, en Perú y un manto de Tihuanaco, pieza única en su género. Otro ambiente del museo revive el arte hispanoamericano. En él comparten el silencio un altar de madera procedente de Potosí, de Quito, Ecuador, un altar de plata llegado de Lima y otras reliquias impares.

La Gran Sala de la Historia Patria, por su parte, alberga la bandera realista tomada en la Batalla de Suipacha, así como ejemplares de la imprenta de los Niños Expósitos, la primera impresión del Himno Nacional Argentino, elementos reclutados del período de las invasiones inglesas, etcétera. Otras salas: San Martín, Belgrano, Santa Fe, Urquiza, Rosas, Rosario, Platería y Grabados, Tte. Gral. Pablo Ricchieri, Guerra del Parauay, Sala de Armas y Mapoteca. En esta última, una gran colección de mapas ostenta firmas como las de Juan de Garay, Jerónimo Luis de Cabrera, Hernandarias, Alvar Núñez Cabeza de Vaca. Los jueves y sábados de 15 a 18 y los domingos y feriados de 10 a 12 y de 15 a 18 los atractivos u misteriosos recovecos se abren al visitante.

En cuanto al otro destacado habitante del Parque Independencia, el Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino, es poco lo que hay que decir: basta mencionar que posee 1.300 obras -pinturas, grabados, dibujos y esculturas- entre ellas grandes clásicos universales como Goya, El Greco, Ribera, Tiziano, Veronese, David, Corot; y una excelente colección de arte argentino, desde sus comienzos hasta la actualidad, en la que se destacan Gambartes, Berni y Fader. Este templo de las musas funciona los jueves y sábados de 15 a 18 y los domingos y feriados de 10 12 y de 15 a1 8.

Por otra parte, el sector norte de la ciudad, ostenta orgulloso el Parque Leandro N. Alem, antes llamado Ludueña, delimitado al este y al noroeste por las márgenes del río Paraná y el arroyo Ludueña (ex Salinas). Dentro de sus límites, los naturalómanos pueden saciarse en el Acuario del Centro de Investigaciones. Eso sí, en este 1968, los jueves, sábados y domingos de 15 a 18, cuando el personal especializado guía a las visitas.

Respecto del Parque Urquiza en cuyos alrededores se conservan parte de los muros donde estuvieron emplazadas piezas de artillería utilizadas en las luchas entre la Confederación Argentina, Buenos Aires y barcos de potencias extranjeras, posee un anfiteatro estilo griego y es sede del Planetario y Observatorio Astronómico Municipal de Rosario, con su bóveda de 46 metros de diámetro, una de las mayores del mundo. El Planetario está abierto a propios y extraños los martes y jueves de 20 a 22. Para el interesado en botánica está la Plaza General López, en Buenos Aires y Laprida, con sus palmeras, jacarandáes, magnolias, aguaribays y otros ejemplares no comunes a un predio de este tipo. En su época fue mercado de frutos y después plaza principal donde se organizaron kermeses, se soltaron globos aerostáticos con barquilla, pasajeros y todo, y partió el primer tranvía a caballos que tuvo la ciudad. También hubo una montaña rusa y hasta un habitante humano que se descubrirá con el tiempo, y más adelante bajo la fuente central.

En pleno centro encuéntrase la Plaza 25 de Mayo ocupando lo que otrora se denominara como "Plaza Pública" o "Plaza Principal". Esta plaza, contiene el Monumento a la Independencia y está frente al Correo Central y a la Catedral Metropolitana de Rosario donde fueran velados OS de Sarmiento, en tanto el Palacio Municipal, en predio aledaño terminado en 1896, recuerda a su arquitecto, el italiano Gaetano Rezzara.

Entre el enjambre de curiosidades como ofrece Rosario, está la Primera gran estación ferroviaria construida en el interior del país: Rosario Central cuyos trabajos fueran inaugurados en 1863 por el general Bartolomé Mil tre. Y su torre-reloj, en avenida Wheelwright frente.a la calle Paraguay, primero en dar a la República la hora oficial que fuera transmitida por telégrafo desde el Observatorio de Córdoba.

Añádese, desde el 18 de julio de este 1968, a la lista de atractivos el Museo de Arte Decorativo Firma y Odilio Estévez, ubicado en calle Santa Fe 748. En sus colecciones figuran Ribera, El Greco, Murillo, Goya, Van Dick, Lawrence, Gerard, Magnasco, Sánchez Coello, así como muebles españoles de los siglos XVI a XVIII, marfiles, cristales, piedras duras porcelanas, cerámicas, abanicos, alfombras, tapices y Platerías hispanoamericanas. Visitarlo es también encontrarse con una eficiente guía del pasado rosarino: María Elena López, quien fuera empleada de la casona privada convertida ahora en sitio público por voluntad de sus dueños.

No podemos dejar de lado otro centro de información: El Museo de Ciencias Naturales Angel Gallardo, que en Moreno 750 dispone de 10.000 especímenes ordenados y clasificados, distribuídos en 87 vitrinas, así como de 110 herbarios y 10 cortes de troncos -todos de la flora santafesina- que conforman un excelente panorama didáctico. Los fines de semana, desde la Estación Fluvial, la nave Ciudad de Rosario / parte hacia los secretos circuitos del gran río y de las islas de Santa Fe y Entre Ríos. En este paseo se suceden el cementerio de barcos, las antiguas dragas, una visión marina de Rosario y el acercamiento a una rara naturaleza tan próxima como distante de la gran ciudad.

Una ciudad con muchísimas historias desconocidas, como aspectos de la vida del gran pintor Gustavo Cochet, recreadas desde las páginas de Boom:

El Revés de la Trama





Cuando el pintor Gustavo Cochet llegó a Barcelona, con veinte años, muchas ilusiones y escaso dinero, comenzó para él una aventura en la que muchas cosas parecían haber quedado atrás para siempre: las transitadas calles de un Rosario que nacía, el telégrafo que alguna vez manejé en Maciel, los estudios iniciales con el pintor César Caggiano, continuados con Thibow de Libán y Walter de Navario. Pero no será así. Cochet y su esposa Francisca vivirán en París, donde él estudia y expone, volverán a Barcelona y después a Rosario. Este itinerario habrá de reproducirse: Cochet cruza varias veces el Atlántico; viaja y escribe, publica, pinta, enseña.

En 1936, el pintor tiene instalado su estudio en Barcelona. El 19 de julio -registra Cochet en su Diario-cerró las puertas del taller. En qué podrían servirle mis pinturas al pueblo en armas en su magna lucha?. Se dedica entonces a trabajar por la causa republicana y tiene finalmente que tomar, como tantos, el camino del exilio.

Los cuadros del granero

"Alcanza el pueblo de pescadores de Collioures donde, entre otros, está Antonio Machado, que allí muere. En su entierro, al que asisten el alcalde del pueblo y los pescadores -sólo faltaron el cura y los potentados- quienes despiden los restos del poeta. Al producirse su repatriación quedan cosas en Collioures, entre ellas un envoltorio con sus cuadros, depositados en la casa de un amigo.

Treinta años después, en 1967, o sea el año pasado, los Cochet regresan a Europa, a un mundo distinto, pero habitado todavía por viejos amigos, por antiguos camaradas.

Un día antes de volver a la Argentina, en el granero de una vetusta casa, habitada ahora por descendientes de aquel amigo de Collioures, aparece un envoltorio con una buena parte de los cuadros depositados. Esos mismos cuadros son ofrecidos poco después a la ciudad de Rosario, en una exposición retrospectiva por el infatigable Emilio Ellena.


La exposición ha tenido lugar el 16 de agosto de este año en las salas del Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino".1


"Los jóvenes plásticos, integrantes de la vanguardia rosarina, rodean al viejo maestro, quizá porque saben que Cochet es una verdad. No existe problema de generaciones: Cochet puede dialogar con los innovadores; no tiene miedo, nunca lo tuvo. Para no tener miedo es imprescindible ofrecer una conducta clara y definida, lo que supone también algunos inconvenientes. Cochet pudo haber sido el pintor oficial de la ciudad: no quiso serlo. Por eso los jóvenes lo respetan.

En 1967, el doctor Isidoro SIullitel había organizado en el mismo Museo, una muestra de obras actuales de su colección. Los vanguardistas autores de algunas de las obras, impusieron el nombre de Gustavo Cochet para la presentación inaugural. "Los jóvenes de hoy-expresó el pintor-ya no tienen tiempo de mirar hacia atrás. Somos nosotros, los viejos, quienes tenemos que seguirlos, y bien de cerca, sino queremos morir como antes, caduco”.

Durante el transcurso de la charla hubo risas en la sala. Las palabras del viejo maestro, despertaban epidérmicas reacciones: pero su decir también dolía: "Quiero expresar que a la juventud hay que aceptarla más por lo que es que por lo que será, pues ella sola ha sido siempre la única capaz de romper los moldes viejos”

A los 74 años, Gustavo Cochet ve, con más claridad que los anquilosados pintores modernos, institucionalizados como máximos exponentes del arte del litoral, el proceso de creación actual. Dice: "Antes el pintor buscaba la perfección en su oficio ye! dominio de la herramienta, ahora en cambio, busca la perfección en la idea, en la concepción Pura absoluta de la invención, al márgen de todo apoyo humano y de/a naturaleza" Estas palabras -dice Rubén Naranjo- superan la estática mediocridad del Museo Municipal: Su primordial característica ha sido y es desconocer toda investigación y creación estética que cuestione las formas muertas, oficialmente aceptadas".2

Viene a cuento, ello no obstante, un sucedido al autor de este libro Estando en la Sociedad de Artistas Plásticos, con sede en calle San Lorenzo y Mitre, se tropieza al salir, con Gustavo Cochet, Arturo Zinny y Raúl Domínguez, quienes entran a una salita aledaña al descenso de la empinada escalera de mármol. Los cuadros que allí se exhiben son del más puro estilo cubista y futurista. Al salir los tres pintores de allí se oye las voz de Cochet que dice: "Junto con el catálogo tendrían que imprimir el significado de cada cuadro, así sabríamos de qué se tratan".

Notas:

1/2. Rubén Naranjo. El revés de la trama. Boom. Año 1 Nro. 2. Rosario, setiembre 1968.

Fuente: Extraído del Libro “ El Rosario de Satanás” Tomo III. Editorial Fundación Ross. Año 2000.