martes, 2 de marzo de 2021

ME CONTARON POR AHI. Chismes del pasado rosarino...


Hacia principios del s.XX existió un grupo de jóvenes entusiastas a las tablas. Jóvenes que solo por el placer de actuar, utilizaban su tiempo ocioso para exponer sus dotes artísticas. De esta forma surgen los Cuadros Filodramáticos compuestos en general por hombres pero solo por el hecho que las mujeres parecían algo reacias a subir a los escenarios. Entre los lugares que actuaban estaba el Café de Fornos, en calle Córdoba entre Corrientes y Entre Ríos, donde proliferaban, café mediante, interminables charlas sobre la actuación. El dueño, un catalán amante del teatro, habilita en los sótanos del café un improvisado escenario y estos jóvenes pueden desarrollar sus dotes, apartándolos de las mesas de café. Otro era La Palma, teatro al aire libre en Mitre entre Catamarca y Salta de mucho éxito. En una ocasión en plena obra de “Don Juan Tenorio” se baja el telón y con la lógica silbatina de los espectadores, un actor da la cara disculpándose pero que la obra se suspendía porque la actriz principal fue llevada por la policía ya que recaía sobre ella una denuncia por fuga del hogar. Ante este “escenario” hubo que cambiar la obra y realizar otra en la que solo figuraran hombres dada la escases del "bello sexo". La que era exclusivo masculino eran los del Circulo Católico de Obreros que por entonces estaba en Buenos Aires entre San Juan y Mendoza. Por razón de “moralidad”, se exhibían obras donde solo participaban hombres, modificando los guiones cuando era necesaria la participación de una actriz. Los “Amantes del Arte” era otra agrupación con obras dedicadas a la familia y que dado el éxito, eran solicitados en pueblos de los alrededores. Se les unirían a ellos “Los Mosqueteros”, otros de los cuadros formado por jóvenes deseosos del arte escénico. Muchos de estos jóvenes “Mosqueteros” luego serían respetables hombres de la sociedad como Enrique Noriega, gerente del Banco Hipotecario o José Rosi, subgerente de la Bolsa de Comercio o de Santiago Giorgi de los “Amantes del Arte” que luego sería director médico de la Asistencia Pública. Un día se corrió la bolilla que existía una joven en las cercanías de la Plaza López deseosa de actuar y sin perder tiempo varios de estos “cuadros” salieron despavoridos a buscarla. La joven, de largos cabellos rubios y esbelta figura, cautivó a más de uno no solo por su belleza sino por su desenvolvimiento sobre las tablas. Pero no pudo ser disfrutada mucho tiempo ya que pronto cambiara su rubro dentro del arte pero alejada de la actuación y ensimismada a las letras y poesías. Su nombre era una tal Alfonsina Storni ...

Por Federico Dunger - Revista Monos y Monadas - 1934 

Foto : entrada del teatro Las Palmas en Mitre entre Catamarca y Salta, con escenario al aire libre y cubierto por un manto de árboles. Monos y Monadas.