martes, 1 de diciembre de 2020

ALBERTO GOLLAN

 




Texto - entrevista: Lic. Kamala Bonifazi

Fotos: Willy Donzelly y archivo editorial





La Leyenda de un visionario 




«TODO COMENZÓ UN 20 DE JUNIO DE 1965, ESE DÍA CANAL 3 SALIÓ AL AIRE POR PRIMERA VEZ. RECUERDO QUE MÓNICA CAHEN D'ANVERS, QUE POR ENTONCES ERA LA CARA DE TELENOCHE, NOS ACOMPAÑÓ CONDUCIENDO LA APERTURA. CASI TODOS LOS PROGRAMAS SE HACÍAN EN BUENOS AIRES, YO VIAJABA PERSONALMENTE A COMPRAR EL MATERIAL ENLATADO, LUEGO ME LO ENVIABAN. EN ESE MOMENTO TODO VENÍA EN VIDEO-FILM, LUEGO APARECIÓ EL VIDEO-TAPE HASTA QUE FINALMENTE LAS IMÁGENES SE EMPEZARON A TRANSMITIR POR SATLITE. EN AQUELLOS VIAJES TUVE LA OPORTUNIDAD DE CONOCER A LUIS SANDRINI, PEPE ARIAS, FIDEL PINTOS, Y TANTAS OTRAS FIGURAS DE LA ESCENA NACIONAL».





Comence a trabajar en la Biblioteca de la Facultad entregando libros, en el Hipódromo vendido boleto, en la Polícia… era el mayor de mis hermanos de modo que tenía que ganarme la vida. Mas tarde fue empleado de Frigorífico Swift, luego pertenecí a la empresa Alpargatas, trabajé en muchos lugares importantes...




Conocer la vida de un hacedor de la talla y prestigio de Alberto Gollan, resulta una experiencia magnífica. La realización incesante de proyectos valiosos lo ha estimulado a la creación permanente: Canal 3 de Rosario y el Festival Iberoamericano de la Publicidad han sido algunos de sus logros. También fue el principal gestor, junto al entonces Presidente de la Bolsa de Comercio Federico Boglione, para que el 'Congreso Internacional de la Lengua Española se realizara en la ciudad de Rosario. Y algo que además lo caracteriza es su amor por los deportes habiendo sido remero en el club Regatas. Siempre le gustó competir... golf, rugby, water polo... «En cada cosa que hice he puesto mi vida» confiesa. Nuestro encuentro fue en su casa, donde las bibliotecas están atiborradas de libros y sus muebles atesoran la belleza de tantos recuerdos que los amigos le obsequiaban en sus viajes por el mundo: Europa, Filipinas, Barbados, Inglaterra, Hong Kong, Tailandia, Rusia, Turquía.. Así nos deleitamos con la sabiduría de un hombre de acción, un visionario y empresario que nos ha regalado el placer de la comunicación.




K: Alberto, esta casa que hoy tenemos el gusto de conocer cuántos amigos habrá cobijado!... artistas, políticos, hombres y mujeres de la cultura...

AG: Sí, mucha gente de negocios también, y diplomáticos. Es mi casa privada, en la cual cuando recibo, lo hago por el sólo placer de compartir. Hace unos días hicimos una reunión con los integrantes de la mesa que tenía Nacho Suriani, los invité para homenajearlo a él. Ese hombre tan especial.. .Es bueno estar siempre en contacto con la gente...

K: ¿Cómo era usted de chico, cómo recuerda a sus padres?

AG: Éramos una familia rosarina, cuatro hermanos. Una casa alegre, mis padres eran sumamente divertidos, lamentablemente mi papá murió muy joven, a los cuarenta y seis años, era médico. En mi familia siempre se valoró el estudio, hay muchos profesionales. Recuerdo cosas de chico que hoy parecen antiquísimas: no había taxis, había coches a caballos, no había radio, sólo diarios, teatros y cine mudo. Ni exisria la comunicación! Rosario contaba nada más con el Diario La Capital.

K: Un hombre como usted, debió tener una infancia llena de lecturas interesantes...

AG: Siempre recuerdo los libros de Araluce que era una editorial española que publicaba compendios de las grandes obras como Lazarillo de Tormes, Sigfrido, Cervantes, la Iliada y la Odisea. Así me fui formando de chico una imagen del mundo. De ahí seguí leyendo las historias más variadas, no he sido un lector de cosas muy profundas pero sí tengo muchos libros en mi casa.

K: Usted nos comentó que su padre murió muy joven, ¿cómo fue su vida sin él?

AG: Cuando murió nosotros perdimos todo. El había construido un sanatorio, donde hoy es el Pami 1, la planta baja era el sanatorio, en la planta alta vivíamos nosotros. Estudié dos años medicina pero no pude seguir por una cuestión económica, ya no podía costearme la carrera. Comencé a trabajar en la biblioteca de la facultad entregando libros, en el hipódromo vendiendo boletos, en la policía.., era el mayor de mis hermanos de modo que tenía que ganarme la vida. Más tarde fui empleado del Frigorífico Swift, luego pertenecí a la empresa Alpargatas, trabajé en muchos lugares importantes...

K: ¿Cuándo decidió transformarse en un empresano de la comunicación? ¿Cuál fue el primer paso que dio?

AG: En un momento empecé a escuchar sobre el tema de la televisión y empezamos a buscar gente que quisiera poner dinero en una estación experimental yo tendría cuarenta y tres años. A mí me costaba entender que no comprendieran algunos me decían «cómo vas a invertir en televisión, si ya está La Capital» Sin embargo, entre los inversores también estuvo Carlos Leopoldo Lagos, uno de sus dueños. Finalmente ganamos la licitación. Aunque la mayoría no creía en el éxito, seguimos adelante. Ya habían salido los canales de Buenos Aires y me hice amigo de Goar Mestre, dime fue enseñando los fundamentos de una estación teleat siva, incluso a manejarla. Al principio no teníamos cámaras, nos prestaron una donde había que moverlos lentes con las manos; después con el tiempo, compré unas cámaras muy buenas en Francia.

K. Tuvo la sabiduría de formar un equipo de trabajo y la visión de saber lo que se venía...

AG: La gente me creyó, en las empresas donde trabajé tuve cargos buenos, no fui un improvisado La televisión recién comenzaba en el país, estaba sólo el Canal 7 en Buenos Aires. Nuestro primer estudio funcionaba en la Sala Mateo Bozz. Recuerdo que lo gente no quería venir a trabajar acá, en la actual planta transmisora de Presidente Perón al 8000 porque sólo había campo.

K: ¿Cuáles fueron los principales obstáculos que tuvo que vencer?

AG: Quizás el primero fue que la gente no tenía televisores, pero cuando comenzamos a transmitir fue un boom, se revolucionó Rosario, la gente salió desesperada a comprarlos. Ni siquiera fue un obstáculo. ¿Y se acuerdan de la «telepiba»? Era una nenita con trencitas, la imagen del canal. Hay gente que todavía está con nosotros desde aquella época, Orselli por ejemplo, mi yerno Avelino Méndez está desde el comienzo, estudió su carrera estando aquí, somos todos como una gran familia. Yo también tenía muy buena relación por aquellos años con Romay, con Héctor García, el creador del actual Crónica TV. Estaba por entonces Lo Celso que tenía el Canal 5 y después lo vendió al Canal 11 y se hicieron cargo el Dr. Pedro Simoncini y Ángel Cesaretti Monti. Somos amigos aún hoy, seguimos viéndonos.

K: ¿Y ahora cómo es la mecánica de la producción?

AG: Cambió mucho porque los programas se hacen en las productoras. Nosotros todavía hacemos un treinta por ciento de los programas acá: Plan A, De 12 a 14, Telenoche con producción local.., todos los días un programa de televisión tiene cosas nuevas, todos los días...

K: Yo recuerdo mucho al periodista Raúl Hernán Sala... la atención que nos demandaban sus palabras, el respeto que sentíamos ante sus reflexiones, un formador de opinión excepcional...

AG: Ah! Sí, el «Chango». El no quería demostrar su bondad y sabiduría, era muy humilde. Empezó de joven también, como otros. No siempre se manifiesta de entrada el caudal de una persona, eso que cada uno tiene para dar. El «Chango» nos sorprendió. Otro ejemplo es Luis Novaresio que empezó como ayudante de Gurovici, el gerente de noticias del canal, y después comenzamos a descubrir a ese personaje que realmente es, un periodista brillante.., otro es Julio Orselli... y tantos profesionales de excepción.., lo repito, ésta es una gran familia...

K: Indudablemente el programa <(De 12 a 14» quedará en la historia del canal.

AG: Creo que no sólo en la del canal sino en la historia de mucha gente. Aquí han pasado todos los personajes importantes del país: Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato, Silvina Bulrich, Beatriz Guido, Carlos Monzón, Astor Piazzola, Roberto Fontanarrosa, el Presidente de la Real Academia Española, el Director del Instituto Cervantes y la lista sería interminable...

K: ¿Qué programas emblemáticos de producción propia recuerda?

AG: Algunos se han olvidado por ejemplo, «Tiempo Nuevo« con Neutstad, «Trapocosas« con un conjunto de chicas, allí estaba Norita Garabelli, lo hicimos en los años '70, también estaba Carlitos Serrano en aquellos años... Recuerdo el primer aparato de tape, era grande como una pianola, y los rollos inmensos... También en aquellos comienzos vino Valeria Lynch para grabar alguno de sus musicales que salían para toda América, y en otra temporada grabaron Antonio Gasalla, Raúl Portal, Mona Casán con su programa «La canasta de Mona». Entre otras tantas transmisiones importantes realizamos las del Martín

Fierro del interior en varias oportunidades...

K: Usted tuvo otra gran idea: creó FIAP, el Festival Iberoamericano de la Publicidad ¿ cómo surge este ambicioso proyecto?

AG: Charlando con la gente. Si bien ya había otros festivales, en un momento se me ocurrió que se podía hacer algo distinto. Hicimos una fiesta famosa en el túnel del Parque España cuando aún estaba cerrado. La entrega de premios fue en El Círculo y en el momento de hablar, no sé porqué se me ocurrió decir: «el año que viene lo vamos a hacer internacional», así fue que se transformó en un festival iberoamericano. Recuerdo que juntamos dos rollos de película de treinta y cinco milímetros con todo el material para mostrarlo, y era increíble, visitamos dieciséis países y nadie sabía qué hacían sus colegas en los demás estados. Eso sirvió para que nuestra gente consiguiera trabajo en Brasil, otros en España. Se entusiasmaron mucho al ver la creatividad argentina. En el '77 se hizo un festival grande y comenzó a llamarse FIAP. Se hizo en el Jockey Club de Rosario y estabamos todos vestidos de smoking, una prenda utilizada por los sajones para tener nada más que un sólo traje e ir siempre bien vestidos. Vinieron personas importantes como jurado, trajimos a los números uno de Inglaterra y de EE.UU. Más adelante fui presidente de CIBER, la Comunidad Iberoamericana de la Comunicación, que fue fundada en España ya través de ella yo iba proponiendo festivales en Brasil y en varios países. Fue lindo porque hicimos muchas relaciones valiosas.

K: Si tuviera que definirse a sí mismo, ¿cómo lo haría? usted ha sido un gran visionario...

AG: No, yo diría que siempre he trabajado, eni vida las oportunidades aparecen si uno las promueve nada viene solito, es la lucha constante, los sueños,. por ahí viene alguien y dice: vamos a hacer tal cosa», lo hacemos, a veces sale bien, otras no sale,.. Hay que seguir adelante, aprender, ser decentes. En esta empresa tratamos de ayudar, no somos mercenarios, así hemos estado presente en muchísimas cosas que han sido buenas.

K: Hablando de cosas buenas, nos enteramos que gradas a su entusiasmo se realizó el Congreso de la Lengua Española en Rosario...

AG: El fantástico Congreso de la Lengua,… Recuerdo que un día me habla por teléfono un amigo mío, Jesús Silva, que fue Cónsul General de España en Rosario y me informa de la posibilidad de hacer el Congreso. Vino una delegación de seis personas pan definirlo y organicé una comida para ellos. Invitamos al Gobernador, al Intendente.., y se fueron encantados confirmando su realización en la ciudad. Junto a Federico Boglione (padre) estuvimos en la gestación de este importante evento internacional. Cuando se efectuó el cierre del Congreso en la Bolsa de Comercio, García de la Concha, el Presidente de la Real Academia Española, me abrazó y agradeció. El año siguiente fui a España, justo era el día de mi cumpleaños, y me lo festejaron en la Real Academia, rodeado de libros de cua-trecientos y quinientos años.

K: ¿Qué homenajes recuerda muy especialmente?

AG: Uno importante es el de ATA, la Asociación de Teleradiodifusoras Argentinas, porque significa que todos los canales me reconocen como Presidente Honorario de la Institución. Me han nombrado Miembro Honorario del Imperio Británico, también me han reconocido en España, Italia, en el Congreso de la Nación, en el Senado de la Provincia...

K: Luego de una vida llena de cosas maravillosas ¿le ha quedado algún sueño por concretar?

AG: Los sueños no son premeditados ¿qué sabe lo que va a ocurrir mañana? Uno puede - soñar muchas cosas y después sale todo al revés, pero yo sueño, sueño sin querer. He tenido mucha suerte en la vida, el día que me vaya tengo que agradecerla.

K: Hizo todo lo que quiso...

AG: No lo que quise, tomé todo lo que la vida me ofreció







Fuente: Extraído de la Revista “ Lideres” N.º 28 de Abril- Mayo 2010 desde Rosario para la Argentina….