miércoles, 8 de julio de 2020

La persistencia de la dinámica relacional de la ciudad puerto y los desafíos del presente: consensos regionales, soberanía nacional, equidad social y democracia participativa.



Por Miguel Angel De Marco ( h) 

Derrocado el presidente Frondizi por un golpe militar, la provincia de Santa Fe fue intervenida, siendo depuesto el gobernador Sylvestre Begnis. Tras el interregno semi de facto y elecciones mediante asumió la presidencia de la República Arturo Illia y la gobernación santafesina Aldo Tessio, una experiencia que también quedaría truncada por la fuerza y la imposición de un nuevo tipo de inserción internacional del país.1 

La inestabilidad política del período no fue un obstáculo para que la tan esperada reactivación del puerto comenzara a producirse a partir de la década del 60, superándose el bajo nivel de la década anterior. En 1967-1971 llegaría a ser el primer centro exportador del total del conjunto de granos de la Argentina. De sus muelles salieron el 31,1% de todo lo embarcado en ese lustro mientras a Buenos Aires le correspondió el 27,9%. Sin embargo las extraordinarias cosechas de 1961-1962 ya habían traído aparejados crónicos inconvenientes derivados de las faltas de instalaciones portuarias acordes para el embarque a gran escala .

Que el puerto hubiera recuperado el rango ostentado con anterioridad no significó que gran parte de la dirigencia local aceptara resignada el hecho de que la Nación recaudara cada vez más e invirtiera en ellos cada vez menos. Sus instalaciones y elementos de trabajo sufrieron un proceso de acelerado deterioro.3 Buenos Aires continuó siendo sindicado por la prensa local como un privilegiado "puerto Único", abarrotado y antieconómico. La prueba más concreta era la no concreción del tan reclamado Canal Mitre.4 

El proceso de industrialización, fomentado con el apoyo crediticio estatal, modificó la estructura demográfica rosarina. La ciudad que en 1960 tenía 594.063 habitantes pasó a albergar en 1970 a 697.257, sin contar con el constante crecimiento de la población de las localidades del Cordón Industrial. La Capital provincial disponía de 217.696 habitantes.5 La administración universitaria centralizada colapsaba ante la realidad de que el grueso de los estudiantes residían en el sur santafesino. Parecía haber llegado la hora de la tan anhelada escisión que en 1968 se concreta ría "sobre la ola" de otro proceso: El establecimiento de estrategias en función del incremento de la población universitaria a través de la instrumentación por parte del gobierno de una Dirección Nacional de Altos Estudios, y del "Programa de Adeeua miento de la Enseñanza Universitaria Argentina a las Necesidades del Desarrollo" que de acuerdo al Plan Nacional de Desarrollo (1965-1969) (iniciado en la presi.. dencia de Illia), el informe del Consejo Nacional de Desarrollo (CONADE) y el asesoramiento de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) estableció estrategias en función del incremento de la población universitaria, que había pasado de 136.362 en 1955 a 218.299 en 1968, una cifra que se estimaba recién se alcanzaría en 1974.

Estudios recientes sobre política universitaria argentina del período distin guen dos estrategias del gobierno de Onganía en relación con la Universidad: "una intensamente represiva; otra, de corte modernizador y tecnocrático. La primera eliminó la autonomía universitaria, desmanteló numerosos grupos de investigación en el interior de varias Facultades y procuró obturar el acceso a los estudiantes" (ROVELLI)"7 (tal como puede observarse en la flamante UNR y en movilizaciones estudiantiles que culminaron en el emblemático "Rosariazo" de mayo de 1969). La segunda intentó promover, a través de nueva normativa universitaria,' la adopción de cambios en las estructura y en la organización de instituciones con modelos más acordes a la nueva época. También pretendió fijar mecanismos de regulación y coordinación de las nuevas casas de estudios, los cuales se diluyeron frente al ejercicio centralitario y autoritario del poder. Finalmente y como parte de esta tendencia, se incorporaron a la esfera educativa del Estado diversos especialistas en carácter de técnicos" (ROVELLI).

Un puñado de "técnicos", encumbrados en cargos universitarios, llevaron adelante el Plan Universidad, inspirado en el modelo vigente en los Estados Unidos de Norte América (research universitys y Campus) en la conveniencia de que en el sistema universitario coexistieran dos circuitos: uno de investigación de elite y otro profesionalista plasmable en las continuas demandas. Tanto Manuel de Juano (representante del sector del liberalismo histórico o tradicional de Rosario), al frente de la IJNL en el momento de la creación de la UNR, como José Luis Cantini, el primer rector de esta casa de estudio (proveniente de una militancia católica que por entonces ganó preponderancia en el gabinete nacional), fue funcionario de esa tendencia "modernizadora" de planificación universitaria en relación con los requerimientos del aumento poblacional y a un modelo de educación determinada. La actuación de "estos técnicos y expertos" colisionaría con los postulados de la Reforma Universitaria, tan definitoria de la Universidad Pública Argentina en el siglo XX, desde el principio básico de la legitimidad de sus decisiones, teniendo en cuenta que SUS designaciones provenían de un gobierno de facto. 

La creación de la UNR parece responder "más a sus antecedentes históricos", -entre los que se destaca la existencia de varios proyectos de ley anteriores al que dio vida a la UNL- "Y a una evidente superposición de estructuras entre las dos sedes de la UNL (Rosario/Santa Fe-Paraná) que a un intento efectivo de concretar el plan de nuevas universidades" (ROVELLI).9 

A este enfoque se puede agregar que el corte final de las ligazones que mantenían a las facultades rosarinas bajo la administración de la sede Santa Fe de la UNL podría entenderse también en un contexto de recuperación y prosperidad de los sectores de la economía vinculados a la actividad agroexportadora, favoreciendo la recaudación rentística aduanera del gobierno central. Los funcionarios locales del área educativa, formados y vinculados a la dirigencia de la ciudad puerto, convocados a la conducción de la UNL por las autoridades de "la Revolución Argentina", bajo el postulado de "la optimización de los recursos", la "descentralización" y "la guerra a la burocracia", dispusieron así de un escenario favorable para lograr el apoyo de sectores económicos claves. La UNR era un anhelo social y los principales medios de comunicación le habían otorgado históricamente un rango principal dentro de las reivindicaciones regionales, tal como lo había sido la construcción de un monumento alusivo a la creación de la Bandera Argentina, la prédica por la navegabilidad del río Paraná y la reactivación del puerto, entre otros factores que la prensa (como se vio, desde 1955 bajo el predominio de un grupo que compartía similar visión de la historia argentina, el presente y el futuro) consideraba inherente a una misma identidad.10 

Casi había transcurrido un siglo desde que se editara en Rosario, en 1869 la primera revista jurídica del interior del país Anales del Foro Argentino. Revista de Legislación y Jurisprudencia, en torno de la cual se congregaron los juristas locales que impulsaron en 1873 la apertura de "las Aulas de Jurisprudencia" en el Colegio Santa Rosa, considerado el primer antecedente de la enseñanza superior rosarina.11 Este acontecimiento, una experiencia que no llegó a cuajar por entonces, fue especialmente destacado por de Juano para fundamentar las raíces históricas del empeño de crear una Escuela de Derecho, luego una Facultad y con posterioridad una Universidad. 

El alumbramiento de la UNR podría ser observado también como consecuencia de un proceso histórico "acompasado a la dinámica de la ciudad puerto y al desarrollo regional" aunque "encorsetada" en sus orígenes en la política universitaria hegemónica de la presidencia de Onganía. La situación económica nacional era por entonces favorable para las arcas del tesoro y a las posibilidades de planificar nuevas universidades (las universidades nacionales pasaron de 1970 a 1973 de 10 a 23 recuperando el terreno frente a las universidades privadas que entre 1958 y 1970 escalaron a ser 19, cuando apenas se crearon dos estatales, entre ellas la de Rosario) .12 

Las reservas del país se incrementaron obeservándose en abril de 1969 se observaron "las tasas más altas de crecimiento en todas las variables especialmente en la inversión externa y del comercio exterior".13 

El área de mayor inversión ha era el agropecuario -que había comenzado a recuperarse por el aumento de los hacia i volnes de cereales exportados, a partir de 1962-, y por lo tanto la política de la Revolución Argentina no fue perjudicial para el sector aunque tampoco trató de favorecerIoOb0h1 en programas ortodoxos del pasado. Sin embargo, la región pampeana aumentó segunda mitad de la década del 60 en superficie sembrada y rindes. 14 

Tanto la UNL (1919) como la UNR (1968) nacieron y dieron sus primeros pasos en contextos de expansión de la economía cerealera regional, auge portuario mayor disponibilidad presupuestaria estatal, lo que habría coadyuvado en sus respectivas "puestas en marcha". Una fue hija y heredera directa de la reforma 

tara en un país que inauguraba la democracia popular y la otra, su Continuadora en cambio, tuvo que emprender un arduo camino para recuperar, bregar y resistir, en una situación adversa, por recuperar la vigencia de los ideales de 1918. Las dos Universidades públicas creadas en el área de incumbencia de la ciudad puerto de Rosario surgieron en dos décadas de despegue en el volumen de las toneladas exportadas en el siglo XX. En la última también abrieron sus puertas universidades privadas. 

En 1970 se puso en marcha el denominado Plan Regulador del Puerto Rosario, que comprendió la planificación integral de toda la zona portuaria. La obra había sido gestionada por el administrador del puerto de ese entonces, el ingeniero Rogelio Miranda y aprobada el año anterior como consecuencia del colapso en la recepción de granos.15 La licitación pública fue efectuada por la Administración General de Puertos y comprendió la construcción de distintos muelles de hormigón armado, emplazados desde el bulevar 27 de Febrero hacia el sur, (para la importación pesada y la exportación de productos no agropecuarios hasta la calle Ayolas, y desde allí hasta Gutiérrez, la dársena interior y el sector de la exportación de productos agropecuarios) con una longitud de 616 metros, estando prevista su habilitación para 1972; y de un silo con capacidad de 30 mil toneladas. Se esperaba de esta manera poder desplazar el puerto hacia el sur corriéndolo del centro de la ciudad, en pleno proceso de desarrollo edilicio. Desde la céntrica avenida Pellegrini hasta el bulevar 27 de Febrero quedaría reservada al tráfico de cabotaje, funcionando en el microcentro, a la vera del Parque Urquiza, la Zona Franca de Bolivia e instalaciones de administración, y otros edificios cedidos provisoriamente a clubes, instituciones y a Canal 5 de Televisión. Asimismo se garantizaría al Río Paraná una profundidad de 30 pies de calado, posibilitando el acceso de grandes buques de ultramar. La obra que, según el presupuesto oficial estaba estimada en 9.463.626 pesos, sería realizada en un 50% con fondos de la Dirección Nacional de Construcciones Portuarias y Vías Navegables, ye! resto con fondos provenientes con recursos de explotación.16 

Recién cinco años más tarde, durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón y la segunda gobernación de Carlos Sylvestre Begnis se concluyó la primera etapa que comprendía la habilitación del Puerto Sur, entre avenida Pellegrini y el arroyo Saladillo. El crecimiento experimentado por el puerto de Rosario en materia de exportación, no atemperó el ímpetu esgrimido por el mencionado gobernador en sus reivindicaciones federalistas, el que intensificó a partir de 1974, cuando rompió con las conducciones centrales del MID y el FREJULI al crear su propio partido: el Movimiento Línea Popular. En esa oportunidad convocó nuevamente a Juan Quilici para que asumiera la cartera económica provincial. Desde 1958 el sylvestrismo industrialista había sostenido que los puertos de ultramar “solo de exportación podían implicar otra forma de colonialismo, de dominio de los mercados internacionales sobre los regionales y de las metrópolis, como Buenos Aires, sobre las ciudades del interior como Rosario. En 1975, el gobernador denunció que la concentración económica era más grave que quince años antes: "Este desequilibrio tan tremendo que se manifiesta en todo lo que se produce en las provincias se resume en la Capital Federal, donde actúan fuerzas nacionales y extra nacionales que facilitan la tarea de los intereses multinacionales. No se tienen en cuenta al productor y los beneficios quedan invariablemente en Buenos Aires". Según sostenía, la Junta Nacional de Granos y de Carnes monopolizaba las políticas del sector en beneficio de esa ciudad, desmantelando el puerto de Rosario. Proponía por lo tanto que el puerto fuera tanto de exportación como de importación al servicio de la industria y el mercado regional. De esta manera, enfatizaba se podrían ir creando en el interior "focos que mantuvieran su autonomía en el manejo de la economía".17 

En 1976 se produjo un nuevo golpe de Estado que implantó una dictadura cívico militar en la Argentina, y la provincia volvió a ser intervenida. Se reeditaba la alianza operada entre 1955 y 1957, en el sentido de reiniciar la implantación del modelo liberal orientado principalmente a la exportación de productos primarios. En diciembre de ese año se inauguró el Canal Emilio Mitre, que unió al río de la Plata con el Paraná de las Palmas, cuyas obras habían sido suspendidas en 1930, acortando las distancia 18. Este hecho, gestado simultáneamente con el principio de la radicación de terminales portuarias en el cordón industrial del gran Rosario especializadas en el movimiento de granos y subproductos, tuvo implicancias directas en el incremento de las toneladas exportadas, superando los valores más altos obtenidos en la década del 39, cuando sólo era sobrepasado en tal sentido por los puertos de Montreal y Nueva York. 19 

Rosario presenció la reinstauración de la democracia ocupando el primer lugar en las exportaciones de granos y sub productos que alcanzaron, en 1985, ya durante la presidencia de Raúl Ricardo Alfonsín, el máximo valor histórico, al superarlas nueve millones de toneladas, seguido por el de Bahía Blanca, en tanto que los puertos santafesinos de Villa Constitución, San Lorenzo y Santa Fe se ubicaron en Cuarto, sexto y octavo lugar respectivamente. Sin embargo hacia fines de esa década, el de Rosario compartió parte de su relevancia como centro exportador a favor del Complejo de terminales agroexportadoras de Puerto San Martín-San Lorenzo.20 

Por entonces la Nación desafectó del uso portuario y transfirió a la Municipalidad los terrenos y muelles ubicados entre calle Sarmiento y San Martín la finalidad concreta de posibilitar la construcción del Parque de España. Este fue el inicio de un proceso que permitió a los rosarinos recuperar en su zona central el acceso su río, desempeñando un lugar clave los estudios y la prédica en materia de desarrollo urbanístico y económico regional alentados desde la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Rosario con el acompañamiento de representantes de instituciones de la ciudad y los medios masivos de comunicación. 21 

El cambio de legislación tan solicitada y promovida por Sylvestre Begni "el equipo técnico" de Qulici y el "ala política" de los hombres de la UCRI formado; en su mayoría en la UNL, tuvo lugar recién en 1990, cuando el gobierno nacional proclamó la descentralización portuaria a nivel nacional, revertiendo la política que había dominado en la materia durante casi medio siglo. En 1992 se creó la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables y se disolvió la Administración General de puertos. Ese mismo año se dictó la nueva ley de puertos que obligó a las provincias a crear entes específicos que se hicieran cargo de los Puertos de Rosario y Santa Fe, como paso previo a la transferencia de los mismos. En 1993 se llamó a licitación pública nacional e internacional para la modernización, ampliación, operatoria y mantenimiento de la señalización y dragado del río Paraná. Se adjudicó al Consorcio Hidrovías S.A. Un año más tarde se transfirieron a la provincia de Santa Fe, a título gratuito, los puertos de Villa Constitución y Puerto General San Martín, y se traspasaron el puerto de Santa Fe y Rosario a entes administradores. El 31 de octubre de 1994 se creó el Ente Regulador del Puerto de Rosario (ENAPRO). Recién el 1 de enero de 1996 se habilitó la primera etapa de las obras de dragado, con 28 pies de calado a Rosario.22 

Un derrotero con final abierto y que permite observar continuidades de una dinámica en la que no resulta irrelevante el peso de las redes de pertenencia identitana y la formación de los recursos profesionales intervinientes en las secuencias de interfaces .23 

En las últimas dos décadas se observan concomitancias en el incremento de la exportación de cereales por el complejo portuario de Rosario y la expansión de la oferta universitaria y el aumento de la próporción de estudiantes nacidos en su vastísima región interprovincial, tal como se operó en los ciclos iniciados en 1919 con la UNL yen 1968 con la UNR. Ciudad Puerto-Universidad-Desarrollo, han sido partes de una misma dinámica histórica por lo que su comprensión adquiere una dimensión estratégica. En septiembre de 2013, la Unión de Universidades de América Latina Y el Caribe (UDUAL), organizaron una asamblea general para debatir la "Vinculación de las Universidades con los procesos de Desarrollo Local" y establecieron ejes de acción .24 Por su parte, la Universidad de Sevilla, también en septiembre, propició un congreso internacional "El Pacífico: 1513-2013, de la Mar del Sur a la construcción de un nuevo escenario oceánico", en donde se ha reivindicado el lugar de Andalucía en "el primer episodio de globalización", no escapa a los horizontes abiertos en el presente siglo por las posibilidades de vinculación con los expansivos mercados asiáticos. 

La actividad portuaria se encuentra en los umbrales de transformaciones tecnológicas que impactarán en su operatoria a escala mundial. De allí que los enfoques prospectivos surgen como oportunos para identificar fortalezas y debilidades de las ciudades ante las inevitables innovaciones logísticas y de infraestructura. 

La puesta en valor de los componentes históricos del carácter relacional de la dinámica portuaria regional que ha perseguido este libro encuentra a la sociedad rosarina en un contexto propicio e inédito: La democracia recuperada hace 30 años ha abierto -a través de la legitimidad de las políticas públicas adoptadas por gobiernos designados por la voluntad popular, sin proscriptos ni perseguidos-, la posibilidad de consensuar y ejecutar modelos participativos, sustentables y socialmente inclusivos para el desarrollo humano en Rosario. 



Nota 


1 MARIA CECILIA MIGUEZ, Los partidos políticos y la política exterior, editorial Ariel, Buenos Aires, 2013. 

2 La Capital, 23 de marzo de 1962. 

3 PATRICIA ANA TICA DE VITANTONIO, "Rosario: HACIA SU EXPANSIÓN, 1962- 1989", EN Rosario, FUNDACION BANCO DE BOSTON, TOMO II, ROSARIO, 1989, P. 262. 

4 La Capital, 1 de marzo de 1970. 

5 Datos del Censo Nacional de Población y Vivienda de 1980. 

6 Laura Rovelli, "Del plana la política de creación de nuevas universidades nacionales en la Argentina: la expansión institucional de los 70", revista Temas y debates 17, Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones internacionales de la Universidad Nacional de Rosario, agosto 2009, p. 118-124. 

7 Ibídem, 

8 Ibídem. 127. 

9 Ibídem. 

10 Es precisamente la "identidad" la instancia a partir de la cual se produce la integración simbólica de los ciudadanos Como sujetos políticos, para la cohesión y movilización social, otorgando sentido a un espacio común, y evaluando además la eficacia en tal cometido. María de los Ángeles Yanuzzi, Homageneidady heterogeneidad, la ambivalencia de la identidad en Espacio, Memoria e Identidad, coordinadores varios, IJNR Editora, Rosario, 2002, p. 282. 

11 MIGUEL ÁNGEL DEMARCO, Abogados y escribanos, ob. Cit. 

12 Ibídem, p. 131. 

13 MARCELO ROUGIER, Industria, finanzas e instituciones en la Argentina. La experiencia del Banco Nacional de Desarrollo, 1967-1976. Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires, 2004, p. 103. 

14 MARIO RAPOPORT, Historia Económica, Política y Social de la Argentina, Ob. Cit., p. 587. 

15 La Capital, l6deabril de 1969. 

16 Ibídem,2Ode enero de 1970. 

17 Línea Popular, Buenos Aires, Año II, N° 12, noviembre de 1975. 

18 Ibídem, 1 de marzo de 1970. 

19 Revista de Rosario, auspiciada por la Municipalidad de Rosario, 1980. 

20 ALICIA CASTAGNA-MARÍA WOELFLIN, INFORME SOBRE EL PUERTO DE Rasinjo, 1994. 

21 Fue entonces que profesionales como el agrimensor Alfredo Montes y el arquitecto Oscar Mongsfeld, destacsrofl en sus estudios la condición "porteña" de la población rosarina y su relación con el río Paraná, la trascendencia del frente costero en la vocación territorial y la comprensión integral de su identidad, que en la actualidad es estudiado especialistas del Área Metropolitana Rosario, de la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño de la UNR Por estudio propone una apropiada metodología "multicapa" de análisis teniendo en Cuenta los distintos aspectos: la matriz física, componetltes infraestructurales (actividad portuaria y ferrocarril), asentamientos y actividades (en los queobserva el papel desempeñado por Rosario Como epicentro del desarrollo regional primero como centro agroexp00 dor, luego industrial y por último comunicacionál a partir de la creación del MERCOSUR) , el paisaje y sus recursos culturales (directamente relacionados con la posibilidad de los rosarinos de superar la barrera de instalaciones ferro. portuarias que la mantenían de espaldas al río). CECILIA INÉS GALIMBERTI, "Una mirada hacia el frente costero del Área Metropolitana de Rosario", en Revista Ibéroamericana de Urbanismo, N°9, 2013, Argentina-España.  

22 Sistema portuario en la región de Rosario, un análisis para la toma de decisiones estratégicas en la ciudad. Facultad de Ciencias Económicas y Estadística. Escuela de Economía. Instituto de Investigaciones Económicas, Rtsario diciembre de 1997, p. 36. 

23 El Enapro permitió, entre otros aspectos, la participación en el mismo de universitarios y profesionales dala democracia. Actualmente una firma de capitales provinciales es la concesionaria mayoritaria de la Terminal Multipro pósito del Puerto de Rosario y se ha incorporado a la misma, como socio, con el 30 por ciento de las acciones, el Grupo Ultramar de Chile, con participación accionaria en otros 8 puertos, entre ellos el de Montevideo, una ciudad enlazada históricamente intelectual, social y económicamente con la del sur santafesino. 

24 Paradigmas Emergentes, Competencias Profesionales y Nuevos Modelos en América Latina, La Universidad Vinculada a Procesos de Desarrollo Local, Universidad y Desarrollo Ambiental, Universidad y Desarrollo Cultural, La Inclusión Digital, La Cohesión Social y El Desarrollo Sostenible, entre Otros importantes temas. El Nuevo Diario, Santo Domingo, República Dominicana, 13 de septiembre de 2013. 



Fuente: Extraído del Libro “ Ciudad Puerto- Universidad y Desarrollo Regional, Rosario 1910-1968” Autor : Miguel Ángel De Marco (h) Editado en diciembre 2013