viernes, 12 de junio de 2020

ANTECEDENTES SOCIALES DE LA PRIMERA LEY DE ORDENAMIENTO AGRARIO


Por MARY DELGADO DE DE NICOLAS *



Los objetivos de este trabajo se vinculan en esencia con el nacimiento de la legislación agraria argentina como consecuencia del disconformismo social en el área rural del sur santafesino, con especial referencia a la zona de influencia de la ciudad de Rosario. 

Estos problemas sociales se habían reflejado en la prensa local de la provincia y en la nacional, en las postrimerías del siglo XIX y comienzos del XX, y pueden coligarse desde el punto de vista de la causalidad con los movimientos sindicales o de agremiación de los trabajadores urbanos. Además no estaban ajenas en esta relación causas vinculadas a la participación de agricultores que habían colaborado en los movimientos agrarios de sus países de origen, tal el caso de los numerosos italianos que actuaron en las huelgas rurales de 1880. 

Los antecedentes toman como punto de partida el año 1912, en que la formación de la conciencia agrarista se organizó por intermedio de la Federación Agraria Argentina, y se extiende hasta la conquista de la primera ley de Arrendamientos Rurales. Que como es conocido fundamentó su elaboración por ci Congreso en un conflicto de carácter local, posterior a la crisis del campo de 1919. En todas estas cuestiones los inmigrantes italianos fueron mayoría y su fuerza se manifestó con ímpetu solidario en los numerosos problemas rurales de los departamentos del sur santafcsino. Estos se fueron encadenando y adquiriendo homogeneidad en casi todas las colonias de esta subregión, de Córdoba y norte de Buenos Aires. 

La raíz más profunda de este repetido malestar radicaba en la forma de Tenencia de la Tierra, muy diferente a la que Caracterizaba a los departamentos del centro y norte de la Provincia. 

E0 esta extensa área santafesina el latifundio se había Consolidado luego de la apropiación integral del suelo y la ausencia total de tierra pública para permitir el acceso a ella a los inmigrantes. Es así, que la promulgación de la primera ley de Regulación Agrícola, ley n° 11170, estableció parámetros normativos en la relación hombre-tierra en momentos en que la misma estaba constituida por grandes latifundios y era trabajada por arrendatarios, aparceros, medieros, peones rurales, etc., en condiciones infrahumanas. 

En cuanto al tiempo ha sido circunscripto a los años posteriores a la declaración de la Primera Guerra Mundial, período en que las condiciones del campo se presentaron amenazadas por una crisis de envergadura. Si bien la productividad llegó a niveles no ciertamente notables, en 1914, la Argentina era el tercer exportador de granos. La situación de los hombres que producían esta riqueza era francamente penosa. Las fuentes señalan la sucesión pormenorizada de pequeños incidentes relacionados con un problema mayor, el contrato de arrendamiento que permitía el desalojo sin mayores miramientos; el desalojo, en efecto, se producía luego de un año de labor y por cuestiones de interés del propietario. La abundancia de mano de obra disponible hacía extensible el malestar a todos los niveles de la masa agraria, desde el arrendatario hasta el peón de campo y el obrero que manejaba la trilladora. 

Por otra parte, en este trabajo destacamos la injerencia de nuevas ideologías incorporadas al sistema social nacional con la entrada masiva del inmigrante italiano y español, aunque la participación de éste en el área rural fue menor por el solo hecho de acusar índices minoritarios con relación al italiano, según cifras aportadas por los censos. 

Autores como Juan Alvarez, Gino Germani, Plácido Grela, Gastón Gori, James Scobie, Jorge Viale y otros han presentado el problema de los conflictos agrarios postcritres a 1914, de diversa manera, aunque insistiendo en la reiteración de algunas variables que hemos destacado y que se repiten en el análisis de cada uno de ellos: 


•La importancia de la ocupación integral y tenencia de la tierra por latifundistas, reacios a toda forma de subdivisión de la misma, amparados en una legislación difusa y general, con total desconocimiento de la función desempeñada por el agricultor-chacarero. 

•La injerencia de nuevas ideologías incorporadas a la vida y al desenvolvimiento del trabajador urbano-rural con la entrada y asimilación del inmigrante. Vale decir, que éste no había podido permanecer ajeno a estas manifestaciones ideológicas en los países de donde provenían. La influencia de las mismas se manifestó tanto en el área urbana como rural y se hizo firmemente ostensible en el disconformismo social con tendencias hacia el logro de una organización gremial. 

•El fracaso de las cosechas en forma simultánea con la caída de los precios del cereal. 

•La carencia de créditos que facilitaran el desenvolvimiento de la estrecha economía del colono. Se cancelaron los créditos de las casas de ramos generales. 

•Se aumentaron los cánones que debían aportar los chacareros con su producción en especie y destinada al propietario o bien al subarrendador. 


Los conflictos y problemas agrarios desarrollados hacia fines de la década del veinte coinciden con los originados en los centros urbanos y estaban dirigidos a lograr mejoras en las condiciones estipuladas de trabajo: salarios, beneficios, horarios de trabajo, créditos, ventajas en laa condiciones sanitarias y de vivienda, libertad de vender y asegurar el producto del trabajo y de contratar las operaciones subsidiarias, inembargabilidad de los instrumentos de trabajo, etc. 

Por otra parte, las corrientes migratorias europeas fueron portadoras de un bagaje mental político ideológico nacido al calor del movimiento obrero finisecular que aplicaron con tesón en su lucha reivindicatoria. No obstante, estas corrientes ideológicas no prendieron en el campo en la forma que lo hicieron en la ciudad, ya que a partir de 1912 el chacarero se hizo firme en su lucha gremial por intermedio de la Federación Agraria y de su periódico "La Tierra". 

Esta organización reflejaba los intereses más profundos y la toma de conciencia de los trabajadores de la tierra. 

La crisis sirvió para consolidar la posición de la organización agraria enfrentada a valores cada vez más altos de la tierra y de la competencia de un mayor número de arrendatarios para ocupar un espacio. 

*INVESTIDADORA DEL CIUNR 


Fuente: Articulo del Libro “ Presencia Italiana en Argentina” Universidad Nacional de Rosario. “Congreso de las Regiones Italianas en Argentina. Sede Rosario Argentina 1985 

Centro de estudios Migratorios. Consulado General de Italia en Rosario. 

Publicación editada en Rosario en la Dirección de Publicaciones de Universidad Nacional de Rosario- Junio 1988.