martes, 3 de diciembre de 2019

Zona Franca de Bolivia en el puerto de Rosario



Por Miguel Àngel De Marco (h) 


Elías Díaz Molano, una figura clave en el surgimiento de los estudios universitarios sobre el desarrollo industrial, con una actuación relevante en la década de 60 en la materia, era en 1954, profesor de Electroquímica y Electrometalurgía en la Facultad de Ciencias Matemáticas, Físico-Química y Naturales de Rosario aspiración de la dirigencia local por establecer en el nacionalizado puerto de Rosario una zona franca para la República de Bolivia fue adquiriendo cada vez más lugar en las reivindicaciones regionalistas porque de concretarse era entendida como la llave de la reactivación del puerto local. Cuando el presidente Perón, en su mensaje al Congreso del 1 de mayo de 1950 formuló su ofrecimiento a Bolivia de una salida al mar, Díaz Molano comenzó a reunir antecedentes como para demostrar que esa salida lógica debería ser por el puerto de Rosario pero agregando una propuesta más a la iniciativa: un puerto reactivado e integrado a Bolivia pero con el establecimiento en sus adyacencias de una zona industrial para ambos países, preludio de sus estudios de Parques Industriales. 

El hermano país contaba con una población de 3.854.000 habitantes, en una superficie de 1.081.704 kilómetros cuadrados. La ciudad más poblada era La Paz, con 302.000 almas, siguiéndole Cochabamba con 76.500. "Vivía de la minería", afirmación sustentada en que la venta de minerales al exterior presentaba hasta el 98% de la exportación. Era el segundo productor de estaño del planeta con el 21% del total mundial, pero también producía cinc, cobre, oro, bismuto, azufre, wólfram, antimonio, plata y plomo. El costo del mineral de estaño en Bolivia, (que representaba un 76,2% de la producción exportable) se veía agravado por el transporte, porque sólo un 8% se ocasionaba como gastos inherentes a la producción y el 61% al transporte, y el resto, un 31% ingresaba como rentas del Estado. Durante la última Guerra Mundial, Inglaterra fue desplazada por Estados Unidos del primer lugar como país comprador de ese estaño, pero también del total de las exportaciones, permaneciendo en esa posición en adelante (un 65,7%), seguido por Gran Bretaña (31,9%), Argentina (2%) y Brasil (0,2)%. Estados Unidos también lideraba el primer puesto como país importador (39,9%), Argentina (26,8%), Perú (14,9%), Chile (5,9%), y Gran Bretaña (5,9%). Nuestro país era por lo tanto su principal proveedor de productos (en especial materias primas) de América del Sur. El desafió consistía en llevar la producción hasta allí porque Bolivia carecía de comunicaciones adecuadas, en cantidad y calidad. Sus vías férreas no totalizaban los 4 mil kilómetros y las carreteras los 10 mil. En su condición de país mediterráneo, vivía aislado, dependiente de la buena o mala voluntad de sus vecinos para lograr el necesario contacto con el mar. Las líneas férreas internacionales eran las que unían el centro de Bolivia con Perú, Chile, Argentina y últimamente con el Brasil. A través de la vía férrea La Paz-La Quiaca-Buenos Aires, de 2.640 kilómetros, importaba Bolivia cargas generales y ganado en pie, la mayor parte su mercado interno y exportaba sus minerales. Sin acababa de inaugurarse la vía férrea Santa Cruz-Corumbá, con lo cual el embargo centro boliviano quedó unido al puerto brasileño de Santos, a través de 2.553 kilómetros. En poco tiempo este camino sustituirla al existente en la Argentina porque además de acortar el viaje, Santos había sido declarado puerto franco para las mercaderías de y para Bolivia y porque se evitaba los 1.600 kilómetros de transporte marítimo entre Buenos Aires Y Santos. Rosario, por lo tanto (a pesar de estar a 2.110 1cm de Santa Cruz) no podía interesar a Bolivia como puerto o zona franca para productos en tránsito, disponiendo ya de Santos, salvo que se agregara a esto alguna condición, como sería convertir esa zona franca industrial que procesara sus materias primas porque la región de Santa Cruz y la zona que atravesaba la línea férrea era rica en recursos minerales, en los forestales )' otros productos: caña de azúcar, cacao, arroz, tabaco, algodón, vainillas, y especias. En Rosario, aseguraba Díaz Molano, podría instalarse una fundición de estaño (la producción nacional se encontraba en franco descenso), y hojalata (que se importaba), lo que estaría integrado a las plantas siderúrgicas de Rosario, Villa Constitución .y de San Nicolás. Las ventajas para Bolivia pasarían por la introducción libre de derechos de importación de las mercaderías en tránsito o las destinadas a la producción industrial de su zona industrial; para Rosario, el fomento de la industria local y su puerto; y para la Argentina revertir la debilidad de las relaciones comerciales con Bolivia. Los antecedentes sobre los que descansaba la iniciativa de Días Molano eran los puertos francos de Hamburgo (Alemania) y de Copenhague (Dinamarca).53 

El proceso pro zona boliviana en Rosario si bien se puede visualizar ya tempranamente a partir de 1925 destacándose en la coyuntura 1953-1954, se concretó en 1969, cuando la misma se estableció, comenzando a operar la Administración Autónoma de Almacenes Aduaneros, amparándose en la política libre de tránsito que la Argentina reconocía mediante tratados, convenios y protocolos .54 




Notas 

53-ELIAS DIAZ MOLANO, La zona franca para Bolovia en el puerto de Rosario. Est. Gráfico Molachino, Rosario, 1954. 

54-LILINA MONTENEGRO DE AREVALO, Zona franca para la República de Bolivia, con el Puerto de Rosario. Una respuesta a su mediterraneidad, en las IV Jornadas de Historia de Rosario, Intituto de Historia de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales del Rosario, Museo Marc. Mmiografiado. 




Fuente: extraído del “Libro Ciudad Puerto Universidad y Desarrollo Regional De Marco, Miguel Angel De Marco ( h) – Rosario 1919-1968 “ Editado diciembre 2013.