viernes, 1 de marzo de 2019

El más alto de los mástiles escolares



En la siesta de un soleado 7 de julio de 1938, la Enseña Nacional confeccionada en

seda de ocho metros por cuatro llegaba al tope del mástil emplazado en el patio central del Colegio del Sagrado Corazón de nuestra ciudad y cuya inauguración se celebraba.




Por Miguel A. Chiarpenello




Absoluto silencio acompañó la elevación de la bandera seguida por la mirada fija y el corazón emocionado de los presentes. Al llegar a lo alto un aliento del Paraná desplegó las sede-ñas alas entonces caídas haciendo ondear a pleno la superficie tan soñada. La grandiosa ovación tributada fue acompañada por los acordes marcialçs y decididos de la marcha Curupauyti coreada con voz vibrante por los 600 alumnos que entonces concurrían al colegio. De los patios, de las galerías, de un sinnúmero de las azoteas circundantes resonaron fragorosos aplausos y todas las caras eran sublimes, es decir, dirigidas al cielo, porque la bandera al elevarse, eleva.

El proyecto técnico del mástil y la dirección de la obra estuvo a cargo del ingeniero Tito Micheletti. Está dispuesto de tres secciones de acero sin costura y su peso total es de 1.750 kilogramos con una longitud de 33,50 metros de los cuales emergen del suelo 31,40 metros de altura libre. Es el más alto y monumental de todos los mástiles del país entre los institutos educacionales. Durante muchos años se conoció al mástil del Colegio de Sagrado Corazón de Rosario como el más alto de toda la ciudad.

Se cuenta, aunque no figura en ningún libro, que obligó a agregar dos metros más al proyecto del Monumento Nacional de la Bandera del arquitecto Angel Guido inaugurado en 1957, porque no podía ser más alto el perteneciente a un instituto privado que aquel que la ciudad toda levantara en honor al símbolo máximo.

Fue, sin duda, una fecha magna aquel 7 de julio de 1938, tanto que fue incluido en la semana de festejos por la recordación de la independencia a cargo de comisión municipal organizadora d programa de actos públicos. Su importancia quedó reflejada en la presencia del Gobernador de la Provincia con si ministros provinciales, el intendente de la ciudad con su equipo municipal representantes de otros establecimientos educacionales, de las fuerzas viva padres de alumnos, exalumnos y todo el personal del colegio.

El alumno Antonio González Leynau dio la bienvenida y bajo la batuta d padre Bernasconi los presentes entonaron el Himno Nacional. La nueva y hermosa bandera fue bendecida por monseñor Caggiano y sus cintas sos tenidas por las gentiles manos de la señoras madrinas Laura N. de Paz Manuela de Cabanellas. El profesor, exalumno Juan B. Bessone presidenta de la comisión " Pro mástil" hizo en trega el rector en nombre de profeso res, exalumnos y alumnos el llaman te mástil. El teniente primero Silvio Capella y el profesor Arrospidegara formaron al alumnado y un sargento de escuadrón dio el toque de silencio todas las miradas acompañaron la bicolor en su lenta y gloriosa ascensión como fue narrado anteriormente. Por último el superior Peyroutet agradecidó las autoridades y al público la simpatía y el aliento de su presencia, culminando la ceremonia con el altisonante Himno oficial del Colegio interpretado por los integrantes de la comunidad educativa.

Desde entonces y para siempre la En. seña Nacional, símbolo de la nacionalidad y representación genuina d la patria, desde lo alto del mástil de. Colegio Sagrado Corazón de la ciudad belgraniana de Rosario, nos mira, no ilumina y nos protege..




Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario, su Historia y Región. Fascículo Nº 82 de Febrero de 2010