El puerto de Rosario es naciorializado en 1942. El traspaso de las instalaciones ("fiesta de la liberación económica", según un documento del antipersonalismo) es un acontecimiento con ribetes de solemnidad, al que no deja de Faltar el presidente de la Nación, Ramón Castillo.
Desde el mismo momento en que el gobierno nacional se hace cargo del puerto, la ciudad —a través de su prensa, y de las organizaciones empresarias que tienen puestos sus intereses en el movimiento portuario (la Bolsa de Comercio y la Federación Gremial de Comercio e Industria)— lucha con el objeto de que el cambio de régimen signifique un real beneficio para Rosario. A tal fin se propone una administración mixta que tenga su asiento en esta ciudad.
Sin embargo, dicha administración no cumple sus objetivos, y a largo plazo se cumple el temor de los rosarinos: el puerto local es absorbido por el de Capital Federal y, al mismo tiempo, las sucesivas crisis económicas postergan aún más los sueños de crecimiento.
Cuatro años antes, el 24 de noviembre de 1938, se inaugura el Palacio de la Aduana con un acto que cuenta con la presencia del presidente de la Nación, doctor Ortiz.
Fuente: Extraído de la Revista del diario “La Capital de 125 años de 1992