lunes, 3 de septiembre de 2018

La industria liviana



La caída del modelo agroexportador y los inicios del sustitutivo de importaciones, acompañado por políticas de tipos de cambios e incentivos, posibilitó la expansión del sector industrial.

En un diagnóstico sobre la economía local realizado por la Municipalidad de Rosario en 1971 se señalaban algunos aspectos que es bueno recordar. A nivel nacional la crisis había provocados por las exportaciones y limitado notabalemente nuestra capacidad de importar. Ello obligó un nuevo modelo de desarrollo no basado ya, exclusivamente en la exportación de productos agrícolas sino en la industrialización sustitutiva de importaciones. El centro de gravedad de la actividad se había trasladado del sector de intermediación al sector transformador de materias primas.

En este con texto Rosario vio disminuir la importancia relativa de su papel de intermediario en la colocación de los grandes saldos exportables de cereales, al perimir la etapa del desarrollo económico nacional orientado exclusivamente hacia fuera.

Crece en cambio, el número empresas y su oferta se destina a sustituir importaciones de productos terminados provenientes del exterior. El sistema económico regional se expandía pero concentrándose en las ramas relacionadas con la metalúrgica liviana, principalmente metalmecámicas, dedicadas a la producción de bienes de uso durable y máquinas agrícolas. Las empresas típicas eran pequeñas y_medianas, de capitales nacionales (en su mayoría locaIes)y utilizaban técnicas de producción intensivas en mano de obra.

En nuestra provincia se dictó en 1932 la ley 2190 que. acorde con las políticas del orden nacional, otorgaba beneficios a las industrias que se instalaran en Santa Fe., Rosario que había capitalizado en obras de infraestructura parte del excedente producido durante la vigencia del modelo anterior, que contaba con un buen mercado dada su población y, además, con un puerto que la comunicaba con el exterior, es uno de los lugares beneficiados por este nuevo esquema.

El censo de 1935 indica que del, total de Valor Agregado de los Departamentos Rosario y San Lorenzo, el primero participa con un 97% y mientras que el segundo sólo lo hace con un 3% Por aquellos años se consideraba que el 50% de las industrias de la provincia se hallaban radicadas en nuestra ciudad.

Sin embargo en San Lorenzo ya había comenzado a desarrollarse la industria, de modo que en el censo de 1946 el valor agregado aquí alcanzado superaba en veinte veces al valor del censo de 1935.

La segunda guerra mundial y la política proteccionista inaugurada en consecuencia, otorgan un nuevo impulso al proceso sustitutivo. La región participa activamente de tal proceso, dado el nivel de entrenamiento de la mano de obra,el mercado que abarca su área de influencia y las favorables de aglomeración y punto de transbordo).

Al mismo tiempo, el puerto de Rosario iba cediendo su importancia intermediadora a favor de los puertos de Buenos Aires, Bahía Blanca, Necochea y Mar del Plata. Tanto las exportaciones como las importaciones de cargas generales disminuyeron notablemente en la década del cuarenta y las actividades portuarias se fueron concentrado en la exportación granos y derivados,

Por otra parte, bajo la presión del crecimiento de la ciudad ya se comenzó a pensar en el traslado de las instalaciones del puerto hacia el surde la localización original, que había quedado rodeada por el centro urbano y resultaba poco accesible para el transporte automotor. -

Mientras tanto, el puerto de San Lorenzo desarrolló una nueva modalidad de actividad asociada a los movimientos. de combustibles y otras .mate-rías primas utilizadas por las industrias petroquímica, química y papelera que, siguiendo a la destilería de YPF, se instalaron en la zona en las décadas siguientes y construyeron muelles propios sobre el río. La instalación de la planta de YPF, a mediados de la década del 30, fue el desencadenante de las modificaciones en la estructura productiva de esta localidad y sentó las bases de un promisorio desarrollo industrial en el área que provoco un creciente tráfico regional con el fluir de las materias primas y la distribución de sus producciones. Esta localización sería decisiva para el desarrollo del «Aglomerado» veinte años después.

El auge industrial se ve acompañado de la apertura de una serie de establecimientos y del aumento de las actividades del clering bancarios, que pasa de movilizar a 1.500.000 documentos en 1935 a 2.500.000 una década después según datos de los boletines estadísticos de la Muncipalidad de Rosario.

Durante el primer período del gobierno peronista actividad industrial era la llamada a sostener el crecimiento y, de hecho, la ciudad recibió numerosas fábricas, las que en 1952 represeniaban el 62% del total de las industrias de la provincia.

Un hecho destacable es que la industria pesada apareció en Rosario tempranamente. Así, en 1943 se instala la primera acería de la ciudad, Acindar. Sus efectos fueron muy significativos, no sólo por la magnitud de esta planta, sino porque ella favoreció por encadenamiento hacia delante, el establecimiento de otras que utilizaban insumos siclerúrgicos, generándose, en sus proximidades, un núcleo de concentración fabril.

Casi simultáneamente se establece la fábrica «Domingo Matheu Fabricaciones Militares. Con ello, se instalan por primera vez dos grandes establecimientos manufactureros fuera del área de do-nimio del núcleo ferroportuario principal esto es en la periferia cíe la ciudad y sobre una via de acceso que era una ruta (entonce recientemente) pavimentada. De todos modo, la localización de Acmdar fue elegida en la intersección de la ruta con un tendido ferroviario.

En 1948, gracias a la evolución del desarrollo manufacturero, se efectuó una muestra en la que se expusieron gran cantidad de productos elaborados en Rosario, entre los cuales se destacaban los implementos y maquinarias agrícolas. La rama metalicánica era una de las dominantes, teniendo las fabricas rosarinos un mercado de alcance nacional. Se estima que en 1952 el 25% de las piezas materiales que componían los automotores nacionales eran elaboradas en Rosario así corno la mitad de las partes de los tractores «Pampa» y de los Rastrojeros, que requerían las empresas Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado.

Hacia 1955 la estructura industrial de la ciudad había adquirido ya las características que persistirían durante muchos años. Las actividades sidero1úcas y metalmecánica eran las predorminates con más de un tercio del total de estable-

cimientos, seguido por las industrias textiles y de confecciones, y luego las alimenticias. En ese año había 46.828 personas ocupadas en 6.458 establecimientos industriales.

Entre éstos se destaca la presencia de un pequeño grupo de grandes establecimientos (tamaño medido por la cantidad de obreros ocupados), coexistiendo con un gran número de establecimientos muy pequeños. Más de la mitad de ellos no empleaba obreros asalariados mientras que, en el otro extremo, poco más del 1% de los establecimientos ocupaba más de 100 obreros cada uno y, entre ellos, sólo tres ocupaban más de 500 cada uno.

A finales de la década del cuarenta, y a pesar del crecimiento señalado, continuaban las filtraciones de ingresos fuera de la región, lo que provocaba problemas financieros al municipio de Rosario. Si bien el mismo contribuía a las rentas provinciales y nacionales con un importante porcentaje, no ocurría lo mismo con su participación en la distribución de las mismas. Esta situación se ve reflejada en el informe “ Saneamiento integral de las ordenanzas de Rosario”, del Concejo Municipal elegido en 1948, que señala que la ciudad concentraba el 28% de la población provincial, el 33% de los establecimientos comerciales y el 29% de los industriales , su clering participaba con el 89% de la provincia por su puerto pasaba el 78% de las exportaciones y el 93 % de las importaciones.

A pesar de ello, el gobierno local sólo había recibido poco más de 2.000.000 de pesos de los 53 millones que la provincia había recibido de la nación por la coparticipación de impuestos. Indudablemente estos datos inducen a pensar que existieron flujos hacia la nación y la provincia de las rentas generadas en Rosario.

Durante esta época tienen activa participación, en vida económica de la ciudad, la Bolsa de Comercio, la Federación Agraria, la Federación Gremial de Comercio e Industria y la Sociedad Rural, instituciones intermedias de importancia. En 1957 se creó la Asociación Empresaria de Rósario. Tuvo sus bases en la Asociación Comerciante Minoristas de Rosario creada en 1934 y en las Cámaras que surgieron posteriormente: De Grandes Tiendas y Anexos (1944), Cámara Gremial de la Arena (1947), Cámara de Confeccionistas y Anexos (1949), Cámara de Librerías y Anexos,Ópticas y Anexos, de Tintorerías, Lavaderos y Anexos, entre otras.*
Fuente: Historia de Rosario. de Juan Alvarez