viernes, 6 de octubre de 2017

LA INCORPORACION A LA AFA Y LA UNION DE LA FAMILIA AURIAZUL

Desde hacía unos años, pre­vios a aquel decisivo 1939, la familia centralista estaba divi­dida. Distintos factores ope­raron como revulsivo de pasio­nes encontradas aunque todas reconocieran como origen úni­co el amor hacia Rosario Cen­tral. La paciente tarea de al­gunos directivos, caracteriza­dos asociados y notorios ex futbolistas logró, hacia no­viembre de aquel año y a po­cos días del cincuentenario de su fundación, la unidad defi­nitiva de las distintas fraccio­nes. La misma se fue consoli­dando con el correr del tiem­po, lo que determinó un ac­cionar más firme y coherente en torno del La tenaz resistencia de la Asociación Rosarina de Fútbol hizo que mediara en el con­flicto el propio titular de la AFA, doctor Adrián C. Escobar, quien encontró la solución al diferendo: Central y Newell's se comprometieron a entregar a la Asociación Rosarina el 6 por ciento de los ingresos que a ambos le pertenecían en ca­da encuentro oficial, ya sea que se disputara el mismo en Rosario o Buenos Aires. La asamblea de AFA, superado el escollo local, votó por unani­midad de sus veintiséis miem­bros la incorporación de los elencos rosarinos a los cam­peonatos superiores. La mis­ma era provisoria y en carác­ter de prueba, por lo que hu­bo que realizar gestiones du­rante el año que la convirtie­ran en definitiva, lo que se lo­gró en la asamblea del 9 de octubre de 1939 en la que se concedió a las instituciones de nuestro medio la afiliación directa a la entidad madre del fútbol argentino.
Fuente: extraído del libro de la historia de Rosario Central . Autor Andrés Bossi