martes, 14 de marzo de 2017

EL NEGRO Y LOS ACROBATAS

El negro, de la trompeta de un metro de largo, colgando en la punta del instrumento un banderín con la propaganda del aperitivo Pineral, ejecutaba pequeños trozos musicales populares del momento, lo hacía en las esquinas de distintos barrios de la ciudad.
Los acróbatas, que extendían en el centro de una esquina dos alfombras rojas puestas en cruz, donde actuaban haciendo piruetas y toda clase de pruebas, tenían perritos y monitos que hacían la delicia de los chicos; era el medio de vida de una familia de artistas, un pequeño circo andante. Al finalizar la primera parte pasaban el platito.
Bibliografía: Güía de Rosario de Francisco Planos