martes, 16 de agosto de 2016

Antonio Berni (1905-1981)







Genio y Compromiso

Por Fernando Farina

Heroico, vanguardista, polémico, inquisidor y brillante, el gran pintor se ha convertido en uno de los principales símbolos del arte argentino en el mundo.




Si bien nació en Rosario, el gran pintor Antonio Berni pasó su infancia en Roldán de sus abuelos maternos. ya que su padre decidió ir a Italia a luchar durante la Primera Guerra Mundial y nunca se supo más nada de é1.

Con condiciones extraordinarias para dibujar, realizó sus primeros estudios en la Academia de Arte del Centre Catalá. Becado por el Jockey Club, en 1925 viajó a Madrid pero convencido de que por allí no pasaba el arte contemporáneo, fue a París. Allí se vinculó con artistas e intelectuales, que le dieron una perspectiva distinta sobre el lugar que debía ocupar el arte en la sociedad y lo hicieron tomar conciencia de la necesidad de una formación integral. Durante su estadía en Europa, se interesó por el surrealismo y la escuela metafísica italiana, aunque también por las figuras sólidamente construidas de los primitivos y los artistas del Renacimiento.

En 1930 regresó a Rosario con su esposa francesa y su hija. El joven Berni había vuelto comunista, y con una mujer que se vestía de manera inaceptable y además fumaba en público, algo difícil de digerir. Instalado en la ciudad, desarrolló sus planteos vanguardistas. En 1934 dirigió la Mutualidad Popular de Estudiantes y Artistas Plásticos, alentando a los artistas

jóvenes ( como Gambartes, Grela y Piccoli- a producir un arte comprometido con la crítica situación social. Berni se alejó así de la dimensión fantástica para privilegiar una propuesta estético ideológica, que tomó elementos y técnicas similares a las de los muralistas mexicanos. Dos pinturas de grandes dimensiones, realizadas en Rosario, han quedado en la historia como símbolos de su propuesta: "Desocupados" y "Manifestación". Fueron sus ultimas producciones en la ciudad, ya que después se radicó en Buenos Aires. Inconformista, realizó diferentes tipos de obras al mismo tiempo. Mientras planteaba una pintura política también producía otra de carácter renacentista con matices metafísicos, y, convencido de que debía vivir de su trabajo, hizo muchas muy comercio. Desde los 50, comenzó a acercarse propuestas informalitas e incorporó materiales de desecho en sus pinturas con temas relacionados con el suburbio y los sectores marginales. De esos planteos nació su Juanito Laguna, cuya primera imagen

realizó en 1956, y años después Ramona Montiel, una joven prostituta. Estos personajes que le dieron gran popularidad, fueron la fuente de inspiración para las obras desarrolló a partir de los 60, mediante pinturas-collage y los xilo-collages.

El gran reconocimiento internacional produjo en 1962 cuando recibió el Gran Premio de Grabado en la Bienal de Venecia. Su muerte se produjo en 1981 por motivo no debidamente esclarecido. En momento, curiosamente, estaba preparando murales de iconografía religiosa
Fuente: Extráido de la Revista del “Diario La Capital 140 años.” Año 2007