miércoles, 6 de abril de 2016

1928-1929 Las obras en Rosario Central




En 1928, el presidente Flynn contrata al constructor y socio canalla Román Rodríguez para que construya las tribunas populares. El mismo Rodríguez financió la obra, debido a que los intereses que le pedían a Central n el banco para el préstamo eran muy elevados. Esa generosa actitud  de Rodríguez le significó al Club el ahorro de $ 1.975. a Memoria de ese año informa detalladamente sobre el tema: TRIBUNAS POPULARES. Con respecto a este importante asunto, la Comisión Directiva queriendo dar cumplimiento al deseo expresado por las autoridades anteriores, se avocó de lleno su estudio, y reuniendo antecedentes y precios confeccionó extenso memorial que, leído, fue puesto a consideración de H. Asamblea Gral. Extraordinaria de fecha 13 de noviembre 1928. Como recordarán los Señores asociados se aprobó en la misma el proyecto presentado, facultando a la C.D. la adjudicarse de la obra al Constructor o Empresa Constructora que ofre-ciera  precios y condiciones más ventajosas, a la vez que las necesarias garantías. En reunión extraordinaria de Comisión, fueron discutidas las propuestas, resolviéndose por unanimidad adju­dicarse la obra al Socio Sr. Román Rodríguez, quien a su vez y para mejor ayudar al Club decidió dejar sin efecto la operación Bancaria y conceder él las mismas facilidades de pago que hubiera dado el Banco. Al aceptar esta nueva propuesta, la C.D. tenido muy cuenta el beneficio que reportaría a la Institución por la diferencia de intereses que se calcula más o menos en pesos 1.975.- m/n a nuestro favor y que por otra parte revela en alta forma el espíritu de ayuda hacia el Club que anima al Sr. Rodríguez, obligándonos a dejar expresa constancia de nuestra gratitud, y quedando conceptuado por tan noble gesto como un socio ejemplar» (24). La obra total costó $ 164.788,50.
Las nuevas tribunas de cemento (con capacidad para 35.000 personas) «son las mismas que hoy ocupan las tribunas bajas detrás de los arcos y el lateral bajo, sobre el río Paraná. Esas graderías macizas eran un privilegio casi único en Sudamerica, ya que solamente Independiente tenía un estadio de esas característica(25).

Es interesante atender el tono en que narra el hecho la Revista del Cincuentenario: «El estadio de Arroyito que supliera a la vieja cancha de los 'talleres', tenía su tribuna oficial, que enhiesta se levantaba, como índice del progreso de Rosario Central* Frente a ella, las populares parecían más pequeñas que nunca y su capacidad era fácilmente colmada apenas se jugaba un cotejo más o menos interesante. Es que al team representativo auriazul lo seguían millares de aficionados, que a medida que la enti­dad crecía en prestigio se sumaban en forma intensa, para llegar a reclamar mayores comodidades. Fue entonces cuando se creyó conveniente la construcción de las tribunas populares de cemen­to que hoy bordean el hermoso campo de juego. Crecieron ellas de la misma manera que creció Rosario Central: sobre bases fir­mes, y cuando quedaron terminadas, parecían como si quisieran demostrar a los que las vieran, que se sentían orgullosos de ser­vir para evidenciar la importancia poderosa de su club. Sus espa­ciosos escalones, fuertes como la tradición del club, de haber teni­do el don de la palabra, habrían, con seguridad, manifestado su inmensa alegría de poder albergar a la bulliciosa concurrencia que hasta ella llegaría para asistir a los futuros espectáculos» (26).
Bibliografía
(20)    Rosario Central, Ed. Atlántida, 2001.
(21)    Revista del Cincuentenario, op. cit.



Fuente: Bibliografía del Libro “ El Gigante de Arroyito – La Verdadera historia Autor Fabián Bazán Editorial Cultura Canaya – Año 2009.