martes, 15 de marzo de 2016

La crisis de 1929



Por Miguel Ángel De Marco
       Tal situación constituyó el preludio de los problemas que viviría la ciudad como consecuencia del "crack" mundial de 1929, que tuvo su epicentro en la Bolsa de Nueva York pero repercutió en la Argentina, originando el cierre de la Caja de conversión y un profundo malestar en todas las capas sociales. Ese año el país abandonó el patrón oro, los gastos públicos aumentaron, la moneda se desvalorizó y se hizo más seria la desocupación.
Dentro de tan preocupante marco, fue imposible realizar obra municipal alguna.
La banca de Rosario comenzó a restringir los créditos, los negocios se vieron paralizados, muchos comercios cerraron sus puertas para no volver a abrirlas, la recaudación aduanera disminuyó notablemente y el puerto exteriorizó también las consecuencias de tan difícil situación.
Pero la pujanza y la laboriosidad de los rosarinos, unidas al mejoramiento general de la situación, permitieron alcanzar una recuperación plena en pocos años. En 1934 los signos de reactivación eran evidentes, y en 1937 la Federación Gremial del Comercio e Industria expresaba: "Nuestro país re toma a la prosperidad económica. Todos los síntomas son coincidentes en facilitar el resurgimiento de los negocios en general".
El puerto, permanente espejo de la economía local, reflejaba en 1934 signos inequívocos de que se había remontado la situación crítica: ese año se exportó, sobre el total del país, un 32,58 por ciento de trigo, un 31,29 tic lino y un 55,57 de maíz.
Fue por aquellos días cuando a Rosario se la llamaba la Chicago Argentina, a raíz de que el movimiento de su bolsa de cereales regulaba práctica mente el del resto del mundo en ese aspecto.
La actividad industrial observó un enérgico crecimiento. Dice Luis María Caterina: "Rosario estaba en inmejorables condiciones para beneficiarse con la nueva política económica nacional y con los incentivos establecido en el gobierno provincial; contaba con una importante masa de población, que significaba mano de obra abundante, y al mismo tiempo un mercado Inme- diato; poseía una buena infraestructura de servicios y adecuados medios de comunicación que la vinculaban con todo el país y el extranjero".
Según un cálculo del presidente de la Federación del Comen lo y la Industria, en 1943 el 50 por ciento de la industria santafesina se hallaba radicada en Rosario, es decir más de 350O establecimientos. La actividad metalúrgica llevaba la primacía con 639 de ellos.
Fuente: Extraído de Libro “ Rosario desde sus orígenes hasta nuestros días” Síntesis Histórica. Editorial Librería API  2º Edición. Rosario 1984.