jueves, 10 de septiembre de 2015

Expansión urbana



 Por Miguel Angel De Marco
La formación de nuevos barrios expandió notablemente a la ciudad hacia el norte, el sur y el oeste. El Cuarto Censo Municipal, de 1926, revela que la población era ya de 407.000 habitantes, de los cuales 223.853 eran argentinos y 187.147 extranjeros, entre los que predominaban los italianos y los españoles. La oleada de inmigrantes comenzó a mermar precisamente a partir del año de la confección del censo.
Las edificaciones mostraban, en general, un avance. A las casas de cate­goría que continuaban construyéndose, se agregaban otras más modestas pero de material. Casi no había ranchos y quedaban pocas habitaciones de lata y madera. El 90 por ciento de las casas estaban dotadas del servicio de agua corriente, y muchas contaban con teléfonos automáticos: Rosario fue la primera ciudad del país en contar con dicho adelanto.
En cuanto al transporte colectivo, además de los tranvías eléctricos, en 1923 comenzaron a circular ómnibus que unieron los distintos barrios con el centro comercial.
No debe pensarse que todos gozaban de bienestar económico. Hubo desocupación y "ollas populares", como en 1915, en que la Municipalidad también se hizo presente organizando la venta de pan a bajo costo en sus propias dependencias. En algunas salas y en los sótanos del Hospital del Centenario se habilitaron albergues nocturnos.
Las huelgas fueron frecuentes, y en 1928 eran de tal magnitud que el diario La Capital expresaba: "La situación se hace cada vez más inquietante. La potencialidad de Rosario se resiente y quebranta".

Fuente: Extraído de Libro “ Rosario desde sus orígenes hasta nuestros días” Síntesis Histórica. Editorial Librería API  2º Edición. Rosario 1984.