jueves, 14 de mayo de 2015

Una familia dedicada a la joyería artesanal



Por Patricia Babbini


El señor Germán Müller Burkle nació en el  seno de una familia que emigró de Alemania. Su bisabuelo Augusto Müller pertene­cía a la localidad de Forthzein, quien fue uno de los pioneros en el oficio de técnicas manuales en alhajas de alta calidad, junto a su esposa e hija Frida, la cual realizaba pulidos con piolines de algodón. Su padre, Carlos Godofredo Burkle llego de Forthzaim en 1919 con conocimientos de engarzado de piedras preciosas.
Durante el transcurso de los años fue perfeccionándose y adquirien­do un verdadero conocimiento de las diferentes gemas. Su inquietud y nobleza lo llevaron a participar de la fundación del Colegio Crisol, (Colegio Técnico de Joyeros Grabadores Engarzadores, y Relojeros), donde con gran esmero educó y formó a engarzadores. Carlos Augusto Burkle fue educándose en el oficio junto a su padre y abuelo desarrollando un gran avance en las técnicas de corte y ajuste. Motivado por su gran inspiración que lo destaca hasta el día de hoy, paralelo a sus activida­des participó en la docencia en el Colegio Crisol.
Por su parte, Germán Müller Burkle desde su adolescencia fue ayudante aprendiz en el taller de su familia. Técnicos joyeros como el colorado Aguilar y el gallego Rodríguez, fueron grandes colaboradores en la tareas de aprendizaje del oficio, finalizando su formación en el Colegio Crisol. Su creatividad y habilidad hereda­da de sus antecesores hizo que incursionara en las más variadas técnicas, tanto en joyería como orfebrería, con tendencia a trabajar en artesanías de platería criolla, junto a la compañía de su maestro, el señor Federico Ciliberti, quien le enseñó las técnicas de cincelado y otras técnicas que en la actualidad no se utilizan.
Por estos días su mayor pasión es diseñar y confeccionar logotipos e imágenes institucionales, y/o empresariales, para ser aplicadas en diferentes artículos masivos y luego industrializados utilizando técnicas como matricería de acero para estampa, también aplicando el sistema de cera perdida y la utilización de metales, de baja fusión inyectados en matriz de acero, o el método de centrifugado en modelos de caucho. La tradición y la herencia logró formar, "Cuatro generaciones en el oficio" unidas por un mismo orgullo y que se resume en una frase que le expresara desde niño su madre: "El que trabaja con las manos es un operario. El que trabaja con las manos y la cabeza es un artesano. El que trabaja con las manos, la cabeza y el corazón, es un artista".

FUENTE: Extraído de la Revista “ Rosario, su Historia . Fascículo Nº 51 de Abril de 2007