jueves, 9 de octubre de 2014

LAS MANSIONES DE ANTAÑO



Las mansiones, a pesar de sus vastos salones de fiesta, columnas, estucos, mármoles y artesanados, carecían de confort. Los hogares eran de adorno y Jamás se encendían. La casa de dos plantas de Ca­milo Aldao, en Santa Fe y Bue­nos Aires, fue la primera con baño a la inglesa, al lado de los dormitorios, para poder bañarse en invierno. Entonces las mujeres tenían un costure­ro aunque nunca cosieran en él: su verdadera función era servir de toilette de las seño­ras durante las fiestas. Los comedores fueron transforma­dos en lugares umbríos, con sus espesos cortinados, mue­bles fastuosos y pesados y un aparador grande como una catedral
(Elvira Aldao de Diaz, Recuerdos de antaño. Editorial Peuser. 1913).

 Fuente: Extraído del Revista “ Rosario Historias de aquí a la vuelta “ Fascículo Nº 11  Autoras: Ana M. Rigotti – Isabel M de San Vicente. De abril 1991.-