lunes, 4 de junio de 2012

LA EMOCIÓN DE UN PADRE - ANECDOTARIO


Corría 1912 y se enfrentaban Rosario Central y Tiro Federal. Central gana 4 a 2 pero Tiro lo arricona contra su arco, custodiado por Serapio Acosta, que hace maravillas entre los tres palos.
Hasta que el árbitro sanciona penal para los tirolenses. Lo va a ejecutar Guillermo Dampaher, gran centrodelantero del moemento. Serapio, con toda luccidez aquella tarde, se lanza com un felino y detiene el disparote su rival. Detrás mismo de su arco, a poquito metros de él, papá Acosta cae fulminado com por un rayo. La hazaña de su hijo le paralizó el corazón. En medio de semejante congoja el capitán de Tiro  decide reirar al equipo. Días después, Central propone jugarlo de nuevo. Tiro Federal acepta y la recaudación es esntregada a la vida de don Serapio Acosta, padre; que dejó este mando con la imagen de su hijo realizando una proeza. Tan grande, que su corazón la resistió.
Fuente: Bibliografía de Historia de Rosario Central de autor Andrés Bossi