jueves, 28 de junio de 2012

EL CLÁSICO OTRA VEZ


      No queda lugar en la cancha de Villa Sanguinetti para presenciar el clásico. A los costados se forman varias hileras, las vías del ferrocarril sirven de escalón para ver aunque sea diez centímetros más arriba de los que están abajo, unos vagones fuera de servicio se convierten en tribuna.
La pasión está en juego.
Harry Hayes se mete entre los zagueros Varni y Ongay, remata: 1 a 0. Al rato aumenta Antonio Blanco, pero sobre el final descuenta "Lito" González con un potente derechazo. El primer tiempo termina 2 a 1.
Arranca el segundo tiempo y Harry marca el tercero. Lito González pone a su equipo nuevamente a tiro: 3 a 2. Los roces adentro de la cancha son ínfimos; las hinchadas parecen exhibir certificado de buena conducta. El local sigue atacando, respetando el toque, la gambeta, y tiene su premio. Ennis Hayes. Antonio Blanco y Harry Hayes estremecen a sus hinchas con otros tres gritos de gol.
Central le ha ganado a Newell's 6 a 2 y los jugadores son llevados en andas por sus simpatizantes. Es 25 de mayo de 1914. Tras casi dos años Rosario se reencuentra con el clásico. Y nuevamente hay fiesta en el barrio Talleres. Hasta que amanezca el nuevo día.
La transición ya había pasado y pese a que en 1913 Rosario Central obtuvo el campeonato de la Federación y Newell's Oíd Boys el de la Liga, al fútbol de la ciudad le faltaba la sal y la pimienta. Además, en los partidos interprovinciales e internacionales los combinados rosarinos no podían reunir a sus mejores futbolistas y esto incidía en los resultados y en el interés del público.
De allí que se reanudara el diálogo entre la dirigencia y los integrantes de la Federación decidieran disolverla. Central y los otros clubes regresaron a la Liga.
El 3 de abril de 1914 se declaró el cese de hostilidades.
Y con la calma llegaría un año inolvidable para Central pues lograría el campeonato sin perder un partido, invicto. Jugó 20, ganó 19 y empató uno. Hizo 99 goles y le hicieron 10. El maestro Harry Hayes fue el goleador con 51 goles. Sobre la raya, en la derecha, apareció un muchacho que quedaría ligado fuertemente a la historia del club: Federico Flynn.
La alegría esta vez sería total. Al triunfo sobre Newell's en el reencuentro por 6 a 2, se da -para los centralistas- otro acontecimiento.
El escenario es la cancha rojinegra, en el Parque Independencia. Una muchedumbre constituida por las dos hinchadas no deja claros. Curiosamente, Newell's inicia el partido con diez jugadores, a los pocos minutos ingresa Mac Master y completa el equipo.
La pelota es de Central y el dominio también. Los goles no tardan en llegar: Harry Hayes y Fidel Ramírez derrotan al arquero José Airaldi en el primer tiempo. El medio rojinegro Caraciolo González se enoja por un fallo del referí y se va de la cancha.  Vuelve en el segundo tiempo. Central es el dueño del partido. Y Harry sigue siendo el verdugo: convierte dos goles más, el último después de una brillante jugada personal. Su hermano Ennis cierra el marcador.
Rosario Central ha goleado 5 a 0 y se consagra campeón en cancha de Newell's. Es 11 de octubre de 1914. Los hinchas comienzan una larga marcha victoriosa por la calle Plata (hoy Ovidio Lagos), toman por el pasaje Celedonio Escalada. Y nuevamente hay fiesta en el barrio Talleres. Hasta que amanezca el nuevo día.

Fuente: Artículo Publicado en el libro “ De Rosario y de Central , Autor: Jorge Brisaboa  Impreso en Noviembre 1996 por la Editorial Homo Sapiens.