jueves, 3 de mayo de 2012

HISTORIA DEL DEPORTE Y LA PASIÓN ROSARINA - LOS EQUIPOS PIONEROS DEL FÚTBOL


Por Leonardo Volpe, Cristian Volpe y Soccorso Volpe

ARGENTINO

Todo comenzó el 15 de enero de 1912, en el barrio Refinería (hoy Malvinas Argentinas). Allí un grupo de empleados ferroviarios, constituyeron un equipo de fútbol, que participó en una liga independiente. Con posterioridad decidieron darle forma de institución, al conjunto que habían creado, por tal motivo, el 6 de mayo, se realizó una asamblea en la casa de Juan Romero, vecino de la zona, en la que asistieron alrededor de diez personas, entre ellas Zenón Cabral, que fue elegido primer presidente, Miguel Antuña, Julio Conde, Manuel Romero, A. Delpino y Román Caballero. En dicha reunión se resolvió formalizar al Club Atlético 1o de Mayo. Asimismo se estableció un acta de fundación, con una comisión directiva, que conjuntamente con los presentes, la integraron: Adolfo Moncamps, A. Olmos, Jesús Antuña y J. Aragüez, entre otros. Más tarde debido a que ya existía en la zona, un club con el mismo nombre, la entidad pasó a llamarse Embarcaderos Córdoba y Rosario, tomando la denominación de la estación de ferrocarril de donde eran la mayoría de sus fundadores. Gracias al aporte de destacadas personalidades de la ciudad, como por ejemplo el Dr. Lisandro de la Torre, el club instaló su sede en la calle Junín, entre Falucho y Rawson, mientras que la primera cancha se situó en bulevar Avellaneda y Gorriti. Ya establecido en un campo de deportes, en 1913, se afilió a la Federación Rosarina de Foot ball, un organismo que se desprendió de la Liga Rosarina, a causa de una fuerte discrepancia, con la misma en 1912. En ese torneo debutó el 11 de mayo, ante Brown de Santa Fe, al cual venció por 3 a 0. Alienando esa tarde a: Dionisio Flores; Ernesto Marconi y Eugenio Bonmargini; Bautista Trossero, Victorino Revilla y Juan Aragüez; Antonio Olmos, Julio Conde, Juan Molina, Manuel Antuña y Ennis Hayes (hermano de Harry, histórico futbolista de Rosario Central).
Solo un año duró en la Federación, ya que ésta se disolvió, por tal razón se incorporó a la Liga
Rosarina de Fútbol, en donde intervino en primera división de 1914 a 1930. Luego fue uno de los fundadores de la Asociación Rosarina de Fútbol, que se instauró en 1931. Actuó en la máxima categoría, disputando el Torneo Gobernador Molinas, en forma consecutiva hasta la temporada 2007, cuando descendió a Primera B.
LOS SALAÍTOS

El apodo que ostenta hoy en día Argentino es bastante particular y distintivo, ya que ningún otro equipo tiene el mismo sobrenombre. Pero para saber el porqué de ese seudónimo, hay que remontarse a los primeros años de existencia del club, más precisamente a la vieja cancha de Embarcaderos, donde un vendedor ambulante de origen español, llamado José Pernía, pregonaba los lupines que vendía, gritando: "¡A los Altramuces! ¡Salaítos, salaítos los tengo! Luego una tarde cuando se disputaba un decisivo encuentro con la cancha abarrotada de público, al producirse un gol, la señora Isabel, esposa del mercader ibérico, vociferó: "vivan Los Salaítos y dulces". Fue así que estos dos inmigrantes, oriundos de Cádiz, que se radicaron en Rosario, junto a sus hijos, bautizaron con ese mote a la institución de zona norte, el cual ha sido motivo de orgullo para hinchas y jugadores, durante toda su historia y lo sigue siendo en la actualidad.
NACIONAL

Después de disputar como Embarcaderos, el certamen de 1914, en el que se ubicó octavo, en 1915 cambió su denominación por la de Club Atlético Nacional, volviendo a situarse en la misma colocación que en el torneo anterior. Tuvo algunas actuaciones destacadas, una muestra de ello fueron las victorias que obtuvo ante Provincial y Central Córdoba, a los que venció por 8 a 1 y 3 a 0, respectivamente. En contraposición a esos excelentes partidos, cayó estrepi­tosamente, en condición de local ante Rosario Central por 11 a 0. En los campeonatos subsiguientes no sobresalió demasiado en sus campañas, hasta 1922, donde tuvo una gran performance, al ubicarse segundo con 25 unidades, detrás de Newell's, que sumó 29. Posteriormente continuó por la buena senda y en el torneo de 1923, fue nuevamente protagonista. Tras disputar 28 cotejos, se posicionó tercero, cosechando 37 puntos, producto de quince triunfos y siete empates, siendo superado solamente por canallas y leprosos. En 1928, estuvo muy cerca de poder consagrarse campeón rosarino, ya que luchó junto con rojinegros y auriazules (a los que derrotó por 2 a1,de local) los primeros puestos, finalmente quedó tercero a dos puntos de la gloria. Obtuvo 28 unidades, luego de jugar veinte encuentros, de los cuales ganó trece, igualó dos y perdió cinco.
Algunos triunfos que logró fueron categóricos, los más resonantes fueron ante Alberdi New Boys, por 8 a 1, contra Atlantic Sportsmen, por 5 a 1 y Central Córdoba por 4 a 2.

Fuente: extraído de la revista “Rosario, su Historia  Fascículo N• 63 de  de 1911