martes, 17 de abril de 2012

La Calle Córdoba, pasarela cultural


por Juan Pablo Robledo

La arteria Córdoba, tan singular como única, esconde voces del pasado local, sobre ella se levantaron innumerables edificios históricos y culturales, sumados a diferentes eventos sociales. Además sobre ella se instalaron los grandes negocios, casas de comercio, con sus tiendas más famosas, joyerías y librerías. Como también viviendas de las familias más destacadas de la ciudad. Asimismo circularon personalidades de la vida política a nivel local y nacional, y figuras internacionales.
En cada esquina, una historia latente

Partiendo del corazón de la arteria, cruza la ex calle Progreso (hoy Mitre) en su esquina Noreste se hallaba el Café Córdoba, allí existió la fuerte casa comercial y ex intendente, Santiago Pinasco, conocido por su cartel con letras de bronce y relieve, haciendo relucir tal nombre. Cerca de allí, se levantó la Confitería "La Perfección" donde existió en Almacén "La Luna", per­teneciente a los señores Castagnino, como expendio de mercaderías y despachos de bebidas. Por las arterias Mitre y Entre Ríos, tenía su cede el diario "El Municipio" que junto a "La Capital" los más importantes medios de comunica­ción de la época.
Cincuenta metros al Sur, se levantó la casa que habitó el ilustre, Dr. Lisandro De La Torre, unas de las personalidades más referentes de la historia local.

Sobre la misma calle. Mitre, se le harían el teatro más cómodo y elegante de la ciudad en cuanto a representaciones del arte lírico, entre otros géneros. Por él pasaron artistas como Sarah Bernard, Eleonora Duse, María Barrientos, y cuanto artista destacado de la época.

En la esquina con calle San Martín donde se levantó en edificio de Gath & Chaves, estaba el famoso bar "Cifre" tan lujoso como pocos y visitado por los que llegaban a Rosario. Se encontraba en el edificio del Banco de la Nación Argentina, que contaba con esmerado servicio y un merecido renombre.

Córdoba amplía su rumbo, atraviesa Entre Ríos, Corrientes, Paraguay, Presidente Roca (antes Independencia) la ex Buen Orden (ahora España), en dicha esquina en el Obispado, sede del Cardenal Caggiano, residente de la familia de Emilio J. Manin. La calle Uruguay (ahora Italia) albergó por sus inmediaciones el corralón municipal. Antes de que fuera instalado en Moreno y San Luis.

Siguiendo con su extensión, la calle Córdoba pasa Balcarce y llega al Boulevard Oroño, antes llamado Boulevard Argentino. Este boulevard, se extiende sobre el río Paraná, desarrollándose hasta el Sur, le daba gran imponencia la plantación de pinos que a lo largo de su recorrido lo bordeaba en ambas aceras, que por una ordenanza municipal se mandó a talar todos los arbustos que le daban notabilidad. Lo que fue frustrante para el concejal Sivori que en el Consejo Deliberante se opuso a que se realizara la obra.

Visitantes Ilustres

El Palacio Pinasco, que se levantó sobre esa esquina hacia el Noroeste fue habilitado por D. Santiago Pinasco y su familia, en él se efectúo la recepción al príncipe Humberto de Saboya cuando visitó Rosario. Además el presidente Figueroa Alcorta fue huésped varios días en la ciudad y se alojó allí. Era la sede de los distinguidos visitantes. En 1911, Rosario recibió al Presidente Roque Sáenz Peña, que paseó y desfiló por la calle Córdoba para presidir la inauguración de la Estatua a San Martín en la plaza de su nom­bre. Su alojamiento fue en los altos del Banco Nación en plena calle Córdoba, y ese mismo edificio alojó al doctor Marcelo T. de Alvear y a su esposa.

En la esquina Noroeste de Córdoba y Boulevard Oroño se erige el edificio de La Comercial de Rosario. Además se elevan edificaciones tales como: La unión Gremial, La Agraria, el Palacio Minetti, sumado a la obra de La Internacional frente a la Bolsa de Comercio.

Estos, entre otros episodios son el reflejo que tuvo la Calle en la vida cotidiana, que es unos de los centros de acción colectiva de la sociedad rosarina.
La plaza 25 de Mayo, la Municipalidad y La Catedral cierran el ciclo de la gran vía y como telón de fondo cuyo margen es el Río Paraná, el Monumento a la Bandera. Sin dudas una de las más transitadas, una de la más atractivas donde radica parte de la identidad local, por ende es una de las "pasarelas culturales” de la ciudad. Donde al transitar por esta calle transeúnte es absorbido por el mismo espíritu con el que suelen  atraer las flores al aspirar su perfume.
Bibiografía Utilizada: “Motivos de mi ciudad: la calle  Córdoba”  de Berdou, Pablo Armando
“la ciudad de Rosario” de Rodolfo J. Clusellas
Archivo Diario “La Capital

Fuente: extraído de la revista “Rosario, su Historia  Fascículo N• 63 de Mayo de 2008.-