lunes, 31 de octubre de 2011

La "Barranca de las Ceibas"


el paraje rosarino donde por primera vez se enarboló la Bandera Argentina
Fundamentación elaborada por Miguel A. De Marco (h) para designar con el nombre "Barranca de las Ceibas" al espacio público ubicado en calle 1 de Mayo N.844, contiguo a las instalaciones del Concejo Municipal, y a cuarenta metros del Monumento Nacional a la Bandera. Ordenanza presentada por iniciativa de los concejales Paredes y Elmir y aprobada el 16 de junio de 2005 con el número 7.859



En el año 1898, en los comienzos de la activa gestión del intendente Luis Lamas, se había puesto la piedra basal de un monumento recordatorio de la creación de la Bandera por Manuel Belgrano, en la denominada "Barrancas de las Ceibas", ubicada entre Juan Manuel de Rosas, avenida Belgrano, Rioja
y Santa Fe, en atención a una serie de informes efectuados en distintas épocas que coincidieron en señalar que ese fue efectivamente el lugar de la primera jura.


A partir de 1870, con el desmonte de las barrancas, la construcción de bajadas y pavimentación de las calles mencionadas se modificó por completo la fisonomía del lugar. Diversos testimonios recogidos por los historiadores Eudoro y Gabriel Carrasco, Calixto Lassaga y otros, a fines de siglo XIX , coincidieron en afirmar que fue en las Barrancas de las Ceibas, tal como se conocía popularmente al predio que hoy ocupa el Monumento a la Bandera y zona aledaña, se enarboló por primera vez la enseña patria. Se sostiene que un par de las viejas Ceibas permanecieron de pie hasta 1870 en que se produjo el menciona­do desmonte.
En parte de ella se construyó la elegante Plaza Belgrano, ornamen­tada con una glorieta bellísima. La propuesta presentada en 1872 por el ingeniero Nicolás Grondona, puede considerarse el primer antecedente oficialmente documentado del Monumento a la Bandera porque propuso la construcción de monolitos recordatorios, uno en el Bajo y otro en una isla frente a la ciudad.
En 1904 se constituyó una Comisión Nacional Pro Monumento, y seis años más tarde se firmó un contrato con la genial artista tucumana Lola Mora para que realizara sus esculturas. Las obras quedaron en los depósitos de la Aduana y luego se desperdigaron por la ciudad hasta que recientemente encontraron justo sitio en el Pasaje Juramento. Fue precisamente durante la presidencia de Justo, mencionada anteriormente, en la que el Poder Central resolvió destinar los recursos necesarios para concretar, de una vez por todas, la postergada obra. En enero de 1939, el Congreso sancionó la ley 12575, autorizándose la inversión de "hasta un millón de pesos como contribución de la Nación al levantamiento del Monumento a la Bandera a levantarse en Rosario", independientemente de los donativos y suscripciones populares que la comisión recibió de todo el país.
El 22 de septiembre de 1940, la obra fue adjudicada a los artistas que presentaron el proyecto con el lema de "Invicta": escultor José Fioravanti y los arquitectos Angel Guido y Alejandro Bustillo. El 24 de mayo de 1943, el arquitecto Angel Guido tomó posesión de la Plaza General Belgrano para iniciar los trabajos en virtud del contrato firmado con la Municipalidad el 16 de diciembre del año anterior.
Concluida la primer etapa de la Torre Central y la Explanada, en 1947 se le encargó la construcción del Propileo y la Galería de las Banderas.
Durante catorce años, hasta su inauguración, la obra fue interrum­pida en distintas oportunidades porque los gastos crecían y los gobiernos no enviaban los recursos previstos, al punto que en 1950 renunció la Comisión Nacional. Recién en 1954, el gobierno del presidente Juan Domingo Perón destinó una suma importante que pareció darle un impulso final al proyecto.
La inauguración del Monumento a la Bandera, el 20 de junio de 1957, marcó un cambio significativo en las celebraciones de la jornada dedicada al pabellón argentino. Es importante señalar que no existe en la nomenclatura rosarina calle o plaza que recuerde la primitiva denominación de la zona en la que los rosarinos protagonizaron la gesta del 27 de Febrero de 1812.
(Fue en virtud de esta afirmación que el Concejo Municipal resolvió designar con el nombre de Plaza de las Ceibas al espacio público más próximo al Monumento a la Bandera, que aún no contaba con denomina­ción)
Fuente: Artículo publicado en la Revista “Rosario, su Historia .  Fascículo Nº 38 de Enero de 2006