martes, 5 de abril de 2011

ORIGENES DE LA AVIACION EN ROSARIO

En realidad quizás nunca podrá llegar a saberse a quién le pertenece el priviligio de ser el que, por primera vez, surcara el cielo de nuestra ciudad a bordo de un aparato de vuelo.
Si nos atenemos a lo manifestado por el Dr. Juan Álvarez en su inigulada Histoia de Rosario, Jorge Newbery, el 30/4/1906, a bordo del goblo “Huracán”, fue el primero que cruzó nuestro cielo, recorriendo la distancia que media entre ésta y la localidad de Zavalla en 1 hora y 7 minutos, mientras un automóvil procuraba seguirlo, y en el río una lancha montaba guardia por si el viento cambiaba a dirección.
No obstante, sería exagerado afirmar que en éste entonces ya otros entuasistas pioneros se habían anticipado a aquél recordado acontecimiento. Prueba de ello es la información que el diario La Capital publica en su edición del 21/8/1888, que dice:

“EL GLOBO ALBATROS” El día 25 del corriente es el señalado para ascensión del globo “Albatros”. Esta tendrá lugar en el mismo paraje donde tuvieron lugar las primeras ascensiones. El local ha sido arreglado de manera que puedan entrar los carruajes y juinetes, habiéndosele hecho las divisiones necesarias. El Capitán Sanz nos dará en dicho día una muestra de su serenidad y arrojo”.

Esa información, a no dudar por elo serio de su origen, ratifica plenamente que, antes de Newbery, otros surcaron – o intentaron hacerlo – el cielo de Rosario.
En lo que respecta al vuelo mecánico, es decir que las primeras experiencias realizadas en nuestra ciudad lo fueron alrededor de 1907 cuando, desde un pequeño y precario aeródromo situado en la zona de lo que hoy es Fisherton, levantó vuelo, o intento hacerlo, una máquina tripulada por un ignorado piloto, acaso el llamando Alfredo Vallenton que, con fecha 12/03/1910 a bordo de un frágil biplano de su propiedad, marca “Farmán Gnorme”, de 50 caballos de fuerza, en forma complemente privada, conseguió elevarse durante breves minutos, hasta una altura de 35 mts., y al día siguiente, ante un público entonces calculado en 3000 personas asistentes al acto, ávidas de conocer esos experimentos, el aprato no consigue ascender más de 6 mts.  Y termina aterrizando en un maizal cercano.
Vuelto a las pruebas, el 16 de mencionados mes Vallenton realiza un nuevo ensayo, otra vez con tan mala fortuna que su máquina cae a tierra, se rompe la hélice y él sufre diversas lesiones de consideración. Pero ello no arredra al intrépido piloto. Medianamente repuesto de sus heridas, el 24 de junio volverá a intentarlo, esta vez con mas suerte, pués dará tres vueltas felices sobre el campo, la más larga de 15 minutos pero sin sobrepasar los 45 mts.   de altura.
A medidados de 1911el “Aero Club Argetino” organiza un raid entre las ciudades de Rosario y Buenos Aires, ofreciendo, el muy tentador premio de 15.000Francos donado por el Diario La Nación, para quén “ se atreva” a salvar, en máquina voladora, la enorme distancia de ¡ 300kilómetros!.
El reto es aceptado por el aviador Bartolomé Cattaneo, quién inicia su raid el día 21 partiendo desde nuestra ciudad en su monopolio Bleriot XI. Casi desfallecido por el cansancio y el frío, desciende en Baradero; al día siguiente llega a Zárate; se elva otra vez, pero pierde el rumbo y debe aterrizar a tan sólo 11 leguas escasas de la Capital federal. Prácticamente el próposito fijado estaba conseguido, pero Cattáneo no lo interpreta así, de ninguna manera puede aceptar un triunfo sin haber llegado a destino prefijado. ¿Y que hace?, pués, procede a desarmar su aparato, lo despacha por tren nuevamente a Rosario, lo arma aquí, y …. ¡ otra vez a empezar!. Este nuevo intento con un éxito total, pués el día 25 del mismo mes, por momento ascendiendo hasta 1000 mts. del suelo, luego de un breve descenso, y de volar durante 3 horas y 7 minutos, aterriza en Buenos Aires y en el mismo lugar que se había fijado.
Así eran los pilotos de entonces. Berdaderos caballeros del aire. En el primer intento el propósito enunciado prácticamente estaba cumplido. Pero ello de ninguna manera podía ser aceptado por Cattáneo, pues si bien la distancia faltante era muy exigua el fiel cumplimiento de lo prefijado, aún a costa de los grandes sacrificios que ello demandaba. El honor, primero, la parte pecuniaria, después.
El mismo aviador Bartolomé Cattáneo conseguría dos años después con fecha 21/12/1913, y en un solo vuelo, unir las ciudades de Concepción del Uruguay y con la Paysandú en la República Oriental de Ururguay.
A fines de noviembre de 1919 queda inaugurada una línea aérea comercial entre las ciudades de Buenos Aires y Rosario, que estuvo a cargo de una misión francesa compuesta por el Comandate Precardín y de los Tenientes Prieur y Pithois.
Finalmente, casi en la misma fecha, es fundado el Club que es decir primitivo “ AERO CLUB ROSARIO”.
Evidentemente, además de los hechos relatados precedentemente, es decir desde el vuelo en globo del Capitán Sanz o el de Jorge Newbery, como los realizados por Valllenton, hasta la fundación del primer Aero Club Rosario, debieron, incuestionablemente, haber mediado otros vuelos de indudable importancia, pero lo cierto es que nuestra ciudad, desde el mismo moemento del incio de las actividades aéreas en nuestro país, siempre estuvo íntimamente ligada con las mismas.

Fuente: Publicado en el Libro “Acercamiento a la Historia del Aero Club de Rosario”. Ensayo Nicolás E. de Vita. “impreso en Impresiones Modulo S.R.L.”