lunes, 18 de abril de 2011

ALFONSINA STORNI

Entre los aportes que he recibido para la elaboración de mi trabajos, que pertenece a olga Nelly Barberio, hija del conocido empresario que fuera dueño, entre otros locales, del Varieté Avenida. Cuya trayectoria nos roza muy de cerca de los habitantes de esta ciudad insertaré los datos que la señorita Barberio en su investigación personal obtuviera de Alejandro Alfonso Storni, hijo de quien dio brillo a la literatura argentina con repercusión internacional.
Alfonsina Storni *
“La celebre poetisa había nacido en Suiza donde encontraba su familia debido a la enfermedad nerviosa de su padre, en 1892. A poco viaja con sus familiares a la Argentina, radicándose primeramente en San Juan y luego en la ciudad de Rosario.
Viviendo en la ciudad cuyana un día robó un libro que necesitaba para la escuela, porque sus padres no se lo compraban. Al ser descubierta, se disculpó llorando. Sobre aquellos primeros años, escribirá “Crezco como un animalito, sin vigilancia, banándome en los canales sanjuaninos, trepándome a los membrillares durmiendo con la cabeza entre los pámpanos…”
Rosario resulta la otra cara de la moneda. A comienzo del siglo, su familia instala un cafetín que da en llamar Café Suizo en las inmediaciones de la estación Rosario Norte, en el barrio Sunchales, cuando faltaban veinte años para que se instalara el de Pichincha en zona aledaña… Para inventarse un mundo mejor, Alfonsina empieza a mentir. Invita a sus maestras a una quinta inexistente. Otra vez desparece un día entero volviendo acompañada por la niñera de su amiguita…
Los cuatro hermanos – ella es la tercera – atienden a los clientes en el bar, ocupándose de todos los menesteres, entre ellos: limpieza general y lavado de tazas, copas, pocillos, cuchillos, cuhcaras, platos y varos. Nos obstante el esfuerzo de los Storni, la estrechez cada vez mayor por que la que atreviesa aquella familia hace que la futura gran poetisa argentina no pueda terminar la escuela primaria.
La puerta de la madurez
“La lucha continúa, fallece el padre y dejan el cafetín. Entonces, las mujeres empiezan a cose “ para afuera”. La Madre, además, abre una escuela para atender alumnos particulares. De esta luchadora incansable, Alfonsina ha heredado el tempramento y su gusto por el teatro y la  música.
Cumple quince primaveras en 1907. Es un año decisivo para su vida, llega a Rosario la compañía Teatral y a la madre le ofrecen un papel en la Pasión de Jesucristo. Justo antes de estrenar se enferna la actriz que  debe interpretar el rol de San Juan Bautista. Alfonsina, que ha seguido fascinada de cerca los ensayos, informa que se sabe de memoria todos los prsonajes, suplicando que la dejen actuar. El empresario acepta y cuando ella pisa el esecenario, sabe que ha llegado el momento más importante de vida.
Con aquella compañía, que dirige don José Tallene, abandona Alfosina la ciudad de Rosario para salir de gira por el interior del país. Vida muy dura le esperan a sus quince años. Al recordar el episodio, dirá más tarde: “ Era casi una niña y parecía ya una mujer, la via se me hacía insoportable. Aquel ambiente me ahogaba…”
Ya de regreso, se radica en la localidad santafesina de Bustinza, donde su madres vivía casada con un modesto vendedor de libros llamados Juan Perelló. No corforme con la rutina de la casa, Alfonsina toma otro rumbo, resolviendo estudiar en la escuela Normal Mixta de Maestros Rurales, funciona en otra localidad de la provincia de Santa fe: Coronda.

El Juego de la vida
“Lo hace con entusiasmo y aplicación. Hasta qye un acto escolar entona La Cavatina de la ópera El Barbero de Sevilla. No solamente es muy aplaudida, sino que resulta blanco de un comentario que, insidioso, echa a rodar la envidia:” …Esa chica de 18 años, los fines de semana cantaba en un peringundin de Rosario…”.
Cunde el escándalo de un comenetario doloroso y gratuito para la joven quien vuelve a Coronda, escribe una nota y desaparece. “Después de lo ocurrido, no tengo ánimos para seguir viviendo”, dice en el escrito.
El mensaje es hallado a la hora de comer y todos salen buscarla, La descubren en las barrancas. Ya repuesta, simula que todo ha sido una broma, pero este juego con la vida y con la muerte marcaría su destino. En un alma anidaba ya el dolor. El asunto queda olvidado, Alfonsina recibe su diploma de maestra y vuelve a trabajar a la ciudad de Rosario. Aquí conocerá al padre de su hijo Alejandro Alfonso, un hombre de familia renombrada entre la sociedad rosarina que nunca reconocerá su paternidad.
Entonces nuestra joven – apunta Olga Nelly Barberio – decide probar suerte en Buenos Aires. En 1912, a los 20 años, madre soltera, no le resulta tan fácil sobrevivir. Habita en pensiones y desepeña tareas menores. Primero, es cajera de una farmacia, luego atiende la máquina registradora de una célebre tienda de la época, más tarde conseguirá un puesto de relaciones públicas en una empresa, lo que le permitirá mudarse y dedicar sus horas libres a su pasión es escribir.

*Fue feminista, participó en Rosario de mitines socialistas y vivió con la misma intensidad que uso en sus escritos. Victima de un mal incurable, puso fin a su vida en Mar del Plata arrojándose al mar el 25 de octubre de 1938.-

Fuente: Fragmento extraído de Libro “Barrios de Tango y otras Yerbas de Héctor Nicolás Zinni . Ediciones Del Viejo Almacén . Año 1997