jueves, 11 de noviembre de 2010

ROSARIO da el gran salto-HECTOR THEDY

Por Luís Etcheverry


Cuando el 24 de marzo de 1916, poco antes de cumplir 46 años, fallecía el ingeniero
Héctor Thedy, Rosario perdía a una figura singular, creativa y difícil de parangonar. Perdía a un proyectista y hacedor de obras públicas de clara
inteligencia y aguda visión de futuro y también a un profesional que, como pocos en aquel entonces, sabía muy bien cuáles podrían llegar a ser los problemas venideros en una urbe con enorme futuro que, por la inmigración y el afán de progreso, amagaba con ahogarse en un crecimiento desordenado y desbordado, matriz de graves problemas. Lo sabía y en consecuencia actuaba desde la función
pública, a la que sirvió de manera ejemplar una vez egresado muy joven de la Universidad.

Como funcionario, el ingeniero Thedy reunió una condición quizás única: fue
director de Obras Públicas de la Municipalidad-entonces no existía, como ahora,
una Secretaría del ramo- de cuatro intendente seguidos: Alberto J. Paz (1895-98),
Luís Lamas (1898-1904), Santiago Pinasco (1904-06) y Nicasio Vila (1906-09), cir-
cunstancia que le permitió proyectar y plasmar (muchas veces, incluso, inspirar)
numerosas obras de extraordinaria importancia. Entre otras el parque Indepen-
dencia, los pabellones de maternidad y de niños del hospital Rosario, la reedificación del Cuartel de Gendarmes,  el Palacio de la Higiene, después Asistencia Pública, el bulevar Argentino (avenida Pellegrini), la avenida Godoy y el Mercado Central, así como el difícil rediseño del actual barrio Refinería, surgido
sobre el caos de casas precarias que rodeaban la refinería de azúcar, entonces importante fuente de trabajo de la ciudad. El detalle podría seguir; la lista es enorme. Thedy también fue concejal y, por un breve tiempo, subsecretario de Hacienda de la provincia.
De concepción liberal -con Lisandro de la Torre y otros fundó la Liga de Sur- y nacido el 22 de abril de 1870,  Thedy fue un típico exponente de la generación del 80. Sabía que la Argentina estaba llamada a grandes destinos y creía de manera absoluta en el progreso en ,  progreso de todos. En consecuencia, actuaba derrochando talento, conocimiento, decisión y, particularmente, responsabilidad
en cuanto encaraba. Perteneciente a una familia de origen suizo, su figura por sí
sola imponía autoridad. Padre de seis hijos,  uno de los cuales fue el político demócrata progresista Horacio Thedy, una muy buena vieja foto lo muestra dueño de un rostro armonioso y bien delineado, frente ancha y cabello oscuro, peinado a la gomina y ya batiéndose en retirada por la incipiente calvicie; los labios bien cortados, firme el mentón. Sobre los espesos bigotes de época, terminados en dos "manubrios', finitos que no suben ni bajan, la nariz avanza recta firme.
Dominando el conjunto, severos y penetrantes, los ojos destellan prestos ,
reprochar alguna inacción o error o, más precisamente, impeler a que no se pierda
el tiempo y se haga algo útil, que sirva todos, tanto hoy como mañana y, de ser
necesario, también pasado.

Fue director de Obras Públicas de cuatro intendentes. Inteligente,  visionario e infatigable, su acción marcó un hito en la ciudad que crecía. El parque
independencia y la avenida Pellegrini se originan en proyectos suyos

Fuente: Bibliografía de la revista 140 años  del diario La Capital