miércoles, 26 de mayo de 2010

LA DECLARACIÓN DE CIUDAD

Por Miguel A. De Marco ( H)

Nacida, en el siglo XVIII como una pequeña aldea rural del Pago de los Arroyos; y consagrada Ilustre Fiel Villa en1823, adquirió el rango de ciudad por ley provincial del 3 de agosto de 1852, que expresaba “ (…) La Villa del Rosario por su posición local que la pone en contacto interior y exterior por su crecido número de habitantes, por su comercio activo con todos : pueblos de la República y por otras circunstancias que no le son desconocidas a V.E., ha merecido elevarse al rango de Ciudad”. El gobernador de Santa Fe, Domingo Crespo, así lo reconoció formalmente dos días, más tarde. A partir de entonces se inició una etapa de vertiginoso desarrollo al punto
de llegada a ser en muy pocas décadas la segunda urbe de la República Argentina una de las ciudades más pujantes Sudamérica. Rosario no nació de la voluntad oficial, ni fue fundada en el marco de la política de de doblamiento o defensa estratégica. A partir de 1852 se convirtió en el instrumento de una contudente acción política tendiente a convertirla en centro de un modelo político y económico alternativo al vigente desde los tiempos del virreinato.”El decidido apoyo que Rosario brindó a Urquiza en su campaña contra Rosas constituyó la piedra de toque de su rápido crecimiento” Urquiza escribió al gobernador Crespo, para que procurara erigir en Rosario en ciudad, interviniendo en estas gestiones Nicasio Oroño. De allí en adelante, la flamante ciudad, ungida en baluarte del gobierno de la Confederación Argentina, recibió de parte de las autoridades nacionales, con sede en la ciudad de Paraná, poderosas herramientas para su crecimiento. El 28 de agosto de ese mismo año, el Director Provisorio de la Confederación dictó un “ Reglamento” abriendo los ríos a la navegación universal, lo que significó terminar con el monopolio de Buenos Aires